La creatividad no solo desarrolla habilidades artísticas, sino que fortalece la adaptación, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo desde edades tempranas.
La creatividad no solo desarrolla habilidades artísticas, sino que fortalece la adaptación, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo desde edades tempranas.

El desarrollo infantil ya no se limita únicamente al aprendizaje de letras y números. En un entorno cada vez más dinámico y competitivo, la creatividad se ha convertido en una de las competencias más valoradas para la formación de futuros profesionales capaces de innovar, adaptarse y liderar equipos.

Así lo señala Friga Melgar Sheen, directora académica de Educación Continua de Toulouse Lautrec, quien sostiene que fomentar la creatividad desde edades tempranas permite que los niños se apropien de su aprendizaje y desarrollen habilidades clave para su vida personal y profesional.

“Los niños no solo crean, sino que diseñan, prueban, fallan y toman decisiones para solucionar problemas. Esa flexibilidad mental es la base de un desarrollo integral que les permite adaptarse mejor a distintos entornos”, resalta la especialista.

La creatividad como competencia clave

Melgar enfatiza que la creatividad debe ser entendida como una competencia transversal, más allá de la expresión artística.

“Hoy la creatividad es análisis, es entender cómo funciona algo para ponerlo al servicio de una idea. No es solo dibujar o imaginar, es pensar y resolver problemas”, explica.

En ese contexto, la especialista detalla tres razones fundamentales por las que la creatividad en la infancia influye directamente en el liderazgo profesional.

Tres razones por las que la creatividad impulsa el liderazgo

  1. Promueve la flexibilidad y adaptación: La posibilidad de experimentar, equivocarse y replantear ideas permite que los niños desarrollen una mentalidad abierta al cambio. En la adultez, esta flexibilidad es clave para adaptarse a entornos laborales cambiantes. Un líder que se ajusta al cambio innova y orienta a otros.
  2. Estimula la inteligencia emocional y el pensamiento crítico: La creatividad activa áreas emocionales y cognitivas del cerebro. Los niños aprenden a expresar lo que sienten, comprender causas y comunicar mejor sus ideas. Estas habilidades son esenciales en líderes que inspiran confianza y gestionan equipos.
  3. Fomenta la colaboración y la escucha activa: El trabajo creativo enseña a respetar las ideas de los demás, fortaleciendo la capacidad de trabajo en equipo. A largo plazo, esto facilita liderar conversaciones, coordinar grupos y gestionar talento humano.

Aprendizaje creativo desde la práctica

Estos aprendizajes se desarrollan de manera práctica en iniciativas como Summer Kids & Teens de Toulouse Lautrec, dirigidas a niños y adolescentes de entre 7 y 17 años, quienes exploran áreas como tecnología, arte, música, robótica, pintura y diseño de forma presencial en Lima y Arequipa.

Las actividades promueven la experimentación, el cuestionamiento y la construcción de soluciones propias, fortaleciendo competencias que serán determinantes en su futuro.

Para la especialista, apostar por la creatividad desde la infancia no solo potencia habilidades artísticas, sino que construye las bases del liderazgo profesional del mañana.