La red profesional se consolida como una vitrina de marca personal, donde la coherencia, la constancia y la interacción influyen en procesos de selección y posicionamiento laboral.
La red profesional se consolida como una vitrina de marca personal, donde la coherencia, la constancia y la interacción influyen en procesos de selección y posicionamiento laboral.

Con el inicio de un nuevo año, muchos profesionales actualizan sus objetivos laborales y refuerzan su presencia digital. En ese escenario, LinkedIn ha dejado de ser solo una plataforma para buscar empleo y se ha convertido en un espacio clave para la construcción de marca personal.

Así lo señala Jimena de Torres, gerente de Marketing y Comunicaciones de Adecco Perú, quien explica que los procesos de selección comienzan cada vez más en el entorno digital.

“Hoy muchos procesos de selección comienzan en LinkedIn. Los reclutadores no solo revisan la experiencia o los estudios, sino cómo cada persona comunica quién es y qué la diferencia”, indicó.

La autenticidad como valor profesional

De Torres subrayó que un perfil bien trabajado no se limita a enumerar logros, sino que debe transmitir visión, coherencia y autenticidad, cualidades que las empresas valoran de forma creciente.

LinkedIn funciona hoy como una vitrina pública donde cada acción —desde una publicación hasta un comentario— contribuye a la percepción profesional.

Elementos más valorados en un perfil de LinkedIn

Desde Adecco Perú, se identifican varios aspectos clave para fortalecer la visibilidad y el posicionamiento en la red:

  • Foto profesional y actualizada: Los perfiles con foto reciben hasta siete veces más clics que aquellos que no la tienen.
  • Titular con propósito: Debe reflejar más que un cargo y comunicar la propuesta de valor.
  • Resumen auténtico: Breve, claro y orientado a logros concretos.
  • Experiencia con resultados: Destacar contribuciones y no solo funciones.
  • Red activa y de calidad: Conexiones estratégicas amplifican el alcance.
  • Interacción y contenido: Compartir e interactuar también construye reputación profesional.

Errores que afectan la imagen digital

Entre los errores más frecuentes se encuentran los perfiles desactualizados, publicaciones que no reflejan el entorno profesional, descuidos de redacción o falta de coherencia entre lo que se comunica y lo que se proyecta.

La inactividad también reduce la visibilidad y limita el impacto de la huella digital profesional.

“LinkedIn debe ser una extensión coherente y cuidada de la marca personal. No se trata de construir una versión perfecta, sino una trayectoria auténtica y consistente”, agregó de Torres.

La interacción impulsa el posicionamiento

Además del contenido del perfil, la participación activa dentro de la plataforma cumple un rol decisivo.

“Compartir ideas, comentar con criterio o generar conversaciones relevantes no solo amplía la visibilidad, sino que refuerza el liderazgo y la credibilidad”, explicó.

Para medir este nivel de presencia, LinkedIn utiliza el Social Selling Index (SSI), un indicador que va del 0 al 100 y evalúa cuatro pilares:

  1. Construcción de marca personal
  2. Conexión con las personas adecuadas
  3. Compartir información de valor
  4. Desarrollo de relaciones sólidas

Según la especialista, publicar una o dos veces por semana y revisar el perfil de forma constante contribuye a mejorar la visibilidad y la coherencia profesional.

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