Los lentes de contacto son discos delgados y transparentes de plástico que se usan en el ojo para mejorar la visión. Y resultar ser un gran alivio para quienes tienen problemas para leer, ver de cerca o lejos y que ya no quieren seguir usando monturas. Para prolongar su vida útil y que no se dañen, hay diversos trucos que se pueden poner en práctica y que recomiendan los expertos.
Qué trucos aplicar para cuidar tus lentes de contacto
- No dormir con los lentes puestos: Este es uno de los errores más comunes. La córnea es un tejido transparente que está en el ojo, es como la luna de un reloj; y, sobre esta, se pone el lente de contacto. Cuando se coloca, la córnea no se oxigena bien, por lo que debe descansar para recuperarse. Si dormimos con los lentes puestos, se producen pequeñas heridas en la superficie corneal, por las cuales pueden entrar microbios y generar infecciones graves.
- Limpiar los lentes y su estuche con soluciones para este propósito: El truco está en nunca usar agua del caño para limpiarlos, pues contiene bacterias y otros microorganismos que pueden contaminar el lente y producir infecciones severas.
- Nunca utilizarlos en la piscina o el mar: En el agua, hay bacterias y amebas que se pueden alojar debajo del lente de contacto. Si los llevamos puestos, estas se adhieren y se quedan ahí por un tiempo prolongado, reproduciéndose y pudiendo generar infecciones o úlceras corneales muy graves. “A veces, aunque cures la infección, puede quedar una nube en el ojo; entonces, tendrás una mancha blanca que no te dejará ver bien”, afirma el Dr. Carlos Siverio Llosa.
- Usar gotas lubricantes: Cuanto mayor es la persona, se hace más complicado usar lentes de contacto, pues se producen menos lágrimas. Esto causa que el ojo se irrite, lo que también sucede en climas secos, como el de la sierra. Ante ello, es muy importante el uso de gotas lubricantes sin preservantes.
- Desecharlos oportunamente: Los lentes de contacto blandos son los más usados, pues se amoldan a la forma de la córnea y son más suaves, por lo que el paciente se adapta más rápido. “Los lentes de contacto blandos desechables son los más recomendables, pues se cambian cada uno o dos meses. La ventaja es que, al cambiarlos, se impide que el lente se llene de proteínas o de sustancias que pueden producir alergias en el ojo”, menciona el médico especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
¿Qué se necesita para empezar a usar lentes de contacto?
El uso de lentes de contacto se ha vuelto una moda muy frecuente, ya sea por motivos cosméticos o para mejorar la calidad de la visión. Sin embargo, las personas no suelen tomar los cuidados debidos con los mismos, pudiendo ocasionarse complicaciones que, incluso, lleven a la ceguera. Por eso, se requiere acudir a un especialista calificado antes de comenzar a utilizarlos, pues no todas las personas cumplen con las condiciones para usarlos.
“Los pacientes con alergias oculares ꟷque son muy comunes en nuestro medioꟷ o con el ojo seco, van a tener más síntomas con su uso. Si el paciente compra los lentes de contacto sin antes ser visto por un médico oftalmólogo, se arriesga a tener complicaciones. Además, es importante hacer un control, por lo menos, una vez al año”, advierte el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista y presidente del directorio de Oftálmica Clínica de la Visión.
Si el usuario presenta molestias (ojos rojos, dolor o sensación de un cuerpo extraño), el experto recomienda dejar de usar los lentes y acudir, de inmediato, con un especialista. La mayoría de complicaciones pueden solucionarse si se atienden oportunamente.
¿Lentes de contacto o gafas?
Desde el punto de vista de la salud ocular, siempre será mejor el uso de gafas, porque los lentes de contacto son un cuerpo extraño que puede irritar la superficie del ojo. Sin embargo, con los cuidados adecuados, los lentes de contacto otorgan a los pacientes una mejor calidad visual y la comodidad de no usar gafas.
¿Qué es un truco casero?
En su mayoría son opciones sencillas y de bajo costo que permiten dar solución a problemas de limpieza, cocina, organización o decoración; en sí, todas aquellas dificultades que nos quitan tiempo y que tienen una salida cambiando la rutina.