Un estudiante de medicina en Nigeria huyó entre lágrimas de su clase de anatomía después que le pidieron diseccionar un cadáver en una práctica. Si bien muchos atribuirían esta reacción al miedo, lo cierto es que la experiencia que le tocó a vivir a Enya Egbe (26) fue una que jamás olvidará por el resto de su vida, ya que se trataba de un conocido suyo. Este es el espeluznante relato de su historia que conmocionó a los internautas en más de una red social.
En 2014, en una de sus prácticas en la Universidad de Calabar, Egbe y sus compañeros se reunieron para hacer sus prácticas con tres cuerpos sin vida, sin imaginar que minutos después saldría corriendo al reconocer a la persona que estaba a punto de cortar con el bisturí. Se trataba de Divine, su amigo por más de siete años y con el que solía ir de fiestas. “Tenía dos agujeros de bala en el lado derecho del pecho”, le dijo a la periodista y novelista nigeriana Adaobi Tricia Nwaubani de BBC.
MIRA: A sus 23 años es madre de once hijos y desea tener 100 para ser la familia más grande del mundo (FOTOS)
En palabras de los mismos estudiantes, la mayoría de los cadáveres que usan para sus prácticas de anatomía tienen balas en su interior, pero una gran parte de ellos no son criminales. Precisamente, aquella mañana en la que Egbe encontró a su amigo en la morgue de la mencionada casa de estudios, una furgoneta policial llegó con varios cuerpos ensangrentados que se creen pertenecen a víctimas de brutalidad policiaca, un flagelo que afecta a Nigeria desde hace muchos años.
MÁS SOBRE EL RELATO DEL CASO QUE ABRIÓ EL DEBATE EN NIGERIA
Al recobrar la compostura, Enya Egbe se contactó con la familia de Divine, que había recorrido varias comisarías en busca de su pariente después que él y tres de sus amigos fueron arrestados a su regreso de una salida nocturna. Sus familiares al final pudieron reclamar su cuerpo y el caso abrió el debate tanto sobre la falta de cadáveres para las facultades de Medicina como lo que le ocurre a las víctimas de la violencia policial.
En Nigeria, las leyes actuales entregan los “cadáveres sin reclamar” en las morgues públicas a las escuelas médicas -según una investigación de 2011 de la revista médica Clinical Anatomy, el 90 % son de “criminales abatidos”, lo que significa que fueron sospechosos que murieron en intercambio de disparos con elementos de seguridad- y el Estado, además, puede apropiarse de los cuerpos de criminales ejecutados, aunque la última pena capital tuvo lugar en 2007.
MÁS INFORMACIÓN: Fue echada de su casa, le donaron 170 mil dólares para conseguirse una nueva y se compró un auto de lujo
Otro dato a mencionar es que la edad estimada de los cadáveres entregados oscila entre los 20 y 40 años, el 95 % son varones, tres de cada cuatro forman parte de un nivel socio económico bajo y no se registran ninguna donación voluntaria de cuerpos. Por tal motivo, la asociación de anatomistas de Nigeria busca que la ley se cambie para asegurar la obtención de los registros completos de los especímenes y el consentimiento de los deudos.
En cuanto a Enya Egbe, quedó tan traumatizado al ver el cadáver de su amigo que dejó de estudiar por varias semanas, imaginándoselo de pie en la puerta cada vez que intentaba ingresar al salón de Anatomía. Al final, pudo graduarse un año después que sus compañeros y ahora trabaja en el laboratorio de un hospital en el estado del Delta, mientras que la familia de Divine logró encarcelar a algunos de los responsables del crimen.
TE PUEDE INTERESAR
- Esta es la correcta manera de escribir la risa, según la RAE
- “¡No soy tu compañera, soy tu ‘compañere’!”: Joven llora en clase virtual (VIDEO)
- Gemelas no quisieron pelear entre ellas en final de torneo de taekwondo y decidieron a la ganadora con “piedra, papel o tijera”
- Joven celebra la compra de su refrigerador con el sueldo de sus tres trabajos: “Para mí es alto progreso”
- Conoce a Will Parfitt, el doble de Channing Tatum que arrasa como tiktoker