El consumo de carne vacuna cayó a mínimos históricos y refleja un cambio cultural, económico y generacional. Mientras la mesa local se diversifica, Asia se consolida como el gran destino del producto argentino. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)
El consumo de carne vacuna cayó a mínimos históricos y refleja un cambio cultural, económico y generacional. Mientras la mesa local se diversifica, Asia se consolida como el gran destino del producto argentino. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)

Argentina, tradicionalmente uno de los mayores consumidores de carne del mundo junto a Uruguay, atraviesa una transformación profunda en su relación con la carne vacuna. En 2024, el consumo per cápita cayó a 47 kilos por habitante, el nivel más bajo jamás registrado, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.

Si bien en 2025 hubo un leve repunte hasta los 50 kilos, favorecido por una desaceleración inflacionaria, la tendencia de largo plazo es descendente: a fines de los años 50, cada argentino consumía cerca de 100 kilos anuales, y en 1995 la cifra rondaba los 75 kilos.

“Ya no se come carne todos los días como antes”, resume Alejandro Pérez, un asistente al festival Locos por el Asado, reflejando un hábito que se repite en distintos sectores sociales.

Precios, salud y nuevos hábitos

Especialistas coinciden en que el fenómeno responde a múltiples factores: el alto precio de la carne, el crecimiento del consumo de pollo y cerdo, una mayor conciencia ambiental y de salud, y la expansión de dietas vegetarianas y veganas.

Según una encuesta de la Unión Vegana Argentina, el 12 % de la población se identifica hoy como vegetariana o vegana. “Hace 25 años encontrar a otro vegetariano era excepcional; hoy todas las familias tienen uno”, afirma su presidente, Manuel Martí.

El historiador Felipe Pigna añade un dato clave: “Nunca en la historia argentina la carne estuvo tan cara como ahora”.

Exportar para sostener el negocio

Mientras el consumo interno se reduce, el sector cárnico apuesta a la exportación. En 2024, Argentina produjo 3,1 millones de toneladas de carne, de las cuales exportó casi un tercio, según datos oficiales.

El principal destino es Asia y, especialmente, China, que compra alrededor del 70 % de la carne argentina exportada. “En Asia el consumo per cápita es de apenas 3 a 5 kilos por año. El potencial de crecimiento es enorme”, explicó George Breitschmitt, presidente del IPCVA.