Hoy Argentina elige en quién confían para salir de la crisis económica en la que están inmersos: si en el disruptivo antisistema Javier Milei, el peronista Sergio Massa o la conservadora Patricia Bullrich. Vistiendo su chaqueta de cuero tradicional, Milei acudió después del mediodía a su centro de votación en Buenos Aires, de donde se retiró luego con enorme dificultad para abrirse paso en medio de una multitud enfervorizada que cantaba “la casta tiene miedo”, el cántico de tribuna de su campaña.
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“Estamos preparados para hacer el mejor gobierno de la historia”, dijo el candidato de La Libertad Avanza, que cumple este domingo 53 años. Boris Morán, un abogado de 34 años, comentó a la AFP que Milei es una “opción diferente, así muchos digan que es un salto al vacío; por lo menos dice lo que va a hacer y está en contra de algo que protestamos toda la vida y nunca cambió”.
Entretanto, Massa había votado poco antes junto a su esposa, Malena Galmarini, en la localidad de Tigre, bastión del ministro de Economía en el norte de Buenos Aires. “Hoy es un día que nos obliga a trabajar pensando en la consolidación de 40 años de democracia”, dijo el candidato de la coalición Unión por la Patria (peronismo de centro-izquierda) tras emitir su voto. Bullrich, exministra de Seguridad y candidata de la alianza de centro-derecha Juntos por el Cambio, votó más tarde rodeada de seguidores. “El objetivo no solamente es estar en el balotaje sino ganar la elección”, comentó a periodistas.
Con una inflación disparada de casi 140% en doce meses y aumento de la pobreza a más de 40% de la población, los electores llegan exhaustos a la elección en la que por primera vez en décadas hay tres candidatos competitivos, en vez de dos grandes fuerzas políticas enfrentadas.
Catalina Escudero, una profesora de 36 años en un centro de votación, comentó a la AFP que no tenía esperanzas de un “cambio mágico”. “Pero sí espero que quien gane entienda que hay 45 millones de personas en el barco y que no se pueden hacer locuras sin medir las consecuencias”, prosiguió.
“Necesitamos un cambio. El país es un desastre. De verdad, entre la pobreza y la inflación, la gente está mal”, afirmó al inicio de la jornada Gabriela Paperini, de 57 años, quien trabaja como voluntaria en un centro electoral en Buenos Aires. Ella votará por Bullrich, pero dice que su hija lo hará por Milei. Activo en la política apenas desde 2021, cuando fue electo diputado, Milei es el favorito de las encuestas luego de haber dado la sorpresa como el candidato más votado en las primarias de agosto.
“La fuerza que irrumpe como disruptiva es la que quedó de primera en las primarias y la que tiene mayor capacidad de crecimiento”, explicó a la AFP Paola Zubán, directora de la consultora Zubán, Córdoba y Asociados. Para ganar este domingo, se requiere 45% de los votos, o 40% y una diferencia de 10 puntos con respecto al segundo colocado.
En redes sociales circulan supuestas denuncias de fraude de simpatizantes de Milei, que señalan falta de boletas en los centros de votación, o que estas están siendo destruidas por los votantes de otros candidatos. Estas mismas afirmaciones circularon en las primarias.
Dos días antes de los comicios, el propio Milei denunció la circulación de boletas falsas con su nombre. - Contra el statu quo - Milei plantea dolarizar la economía, “dinamitar” el Banco Central, reducir drásticamente el gasto público, eliminar el Ministerio de la Mujer y derogar la ley del aborto, entre otras propuestas.
En tanto, a sus competidores les cuesta captar nuevos votantes después de no haber podido revertir el deterioro económico tras haber integrado los gobiernos anteriores: Bullrich, el de Mauricio Macri (2015-2019), y Massa, el de Alberto Fernández (2019-2023). Juan Negri, politólogo en la Universidad Torcuato di Tella, apuntó que los votantes de Milei “no son todos ultraderechistas, ni están todos a favor de dolarizar o de eliminar los subsidios. Su adhesión es más una declaración de principios con la que dicen que están hartos de la clase política”. Tercera economía de América Latina, históricamente la sociedad argentina se ha enorgullecido de su extensa clase media. Pero hace ya más de una década que no crece.
En 2018 se comprometió con el Fondo Monetario Internacional a través de un préstamo por 44.000 millones de dólares que le exige una importante reducción del déficit fiscal. Además de la presidencia, los argentinos elegirán este domingo la mitad de los escaños a la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Las encuestas prevén que ninguna fuerza retendrá la mayoría parlamentaria. El nuevo presidente debe asumir el 10 de diciembre por cuatro años. En el padrón electoral están registradas 35,8 millones de personas, que podrán sufragar entre las 08H00 (11H00 GMT) y las 18H00 (21H00 GMT).