Los no vacunados terminan hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos anticovid 25.6 veces más que quienes han recibido las tres dosis, reveló hoy el Instituto Italiano de Sanidad (ISS), cuando el país está adoptando medidas urgentes para detener la avalancha de contagios provocados por la variante ómicron.
La tasa de ingresos en terapia intensiva es de 23 por 100.000 habitantes para los no vacunados, una cifra que baja considerablemente en el caso de los vacunados de más de 120 días (1,5), los de menos de ese plazo (1) y los vacunados con la dosis de refuerzo (0,9), según los últimos datos del ISS.
Italia alcanzó su récord de contagios este jueves, cuando comunicó 220.000 nuevas infecciones, con lo que los casos totales en el país ya son más de 7 millones desde febrero de 2020 y los muertos se sitúan en 138.697.
“Si seguimos creciendo a este ritmo de 200-250.000 infecciones, que son dos o tres veces más, porque el hisopo rápido tiene un gran número de falsos negativos, significa que la próxima primavera probablemente más del 95% de los italianos, entre las vacunas y la infección natural, habrán alcanzado la inmunidad de rebaño”, dijo hoy el director de enfermedades infecciosas del hospital San Martino de Génova, Matteo Bassetti.
En su opinión, “es probable que todavía tengamos que presenciar esta ola, por desgracia, y entonces espero que tengamos una inmunidad de rebaño que nos proteja al menos de las formas más graves”.
Trece regiones y dos provincias autónomas de Italia, lo que supone tres cuartas partes del país, se encontrarán desde el lunes en la llamada “zona amarilla”, el segundo nivel de cuatro del sistema de restricciones nacional por la pandemia, por los efectos de la rápida difusión de ómicron.
Se trata del segundo escalón de riesgo, aunque las restricciones varían poco respecto al primero, pues el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores y la limitación de cuatro comensales en bares, restaurantes y fiestas, que son las principales restricciones de la “zona amarilla”, ya habían sido decretadas en las últimas semanas.
El Gobierno italiano aprobó el miércoles la vacunación obligatoria para los mayores de 50 años y los que no lo hagan serán multados con 100 euros, mientras que quienes intenten ir a trabajar sin haber recibido el pinchazo recibirán sanciones de entre 600 a 1.500 euros.
También extendió la obligación de vacunación al personal universitario, con independencia de su edad, equiparándolo así al personal escolar, que ya lo tiene que hacer desde finales del año pasado, al igual que el personal sanitario y de seguridad.
Fuente: EFE