Los turistas usan máscaras faciales protectoras mientras caminan por la casi vacía Piazza del Duomo ('Plaza de la Catedral') en Milán, Italia. (EFE).
Los turistas usan máscaras faciales protectoras mientras caminan por la casi vacía Piazza del Duomo ('Plaza de la Catedral') en Milán, Italia. (EFE).

Roma. [AFP]. Italia registró 168 nuevos muertos por el coronavirus este martes, un récord en 24 horas, con lo que el número total de fallecidos por la epidemia COVID-19 se eleva a 631 y 10.149 infectados en la península.

El país alpino es el más afectado de Europa y el segundo más afectado del mundo por detrás de China por el coronavirus que ha causado 1.115 muertos fuera del gigante asiático, según el último balance realizado por la AFP a partir de datos oficiales.

Sesenta millones de italianos recibieron la consigna de quedarse en sus casas, una medida sin precedente para intentar frenar el avance del nuevo coronavirus, que parece dar un respiro a China, donde se han levantado algunas restricciones y el presidente Xi Jinping anunció que la epidemia estaba “prácticamente contenida” en su epicentro, la ciudad de Wuhan.

Un día después de un hundimiento espectacular, las bolsas mundiales operaban en positivo el martes, aliviadas por la recuperación del precio del barril de petróleo y la esperanza de medidas fiscales en Estados Unidos.

“Todos a casa, todo cerrado”, eran los títulos de la prensa italiana, con los que se resumía el decreto firmado por el jefe de gobierno Giuseppe Conte, que decidió extender a todo el país las medidas que ya habían confinado desde el domingo a la población del norte de la península.

“Voy a firmar un decreto que puede resumirse así: ‘Me quedo en casa’ (...) Toda Italia será una zona protegida”, dijo, en tono grave. Todos los italianos deberán “evitar los desplazamientos” salvo para ir a trabajar, comprar víveres o recibir cuidados médicos. Todas las reuniones multitudinarias de personas quedan también prohibidas.

Italia se convierte así en el primer país del mundo en extender a todo su territorio medidas draconianas para intentar contener la epidemia.