Shannon O’Brien, experta en políticas de la Universidad de Texas, considera que para evitar que otro presidente vuelva a desafiar las instituciones tanto como lo ha hecho Donald Trump (imagen), son urgentes “reformas en la burocracia” de Estados Unidos. (Foto: EFE)
Shannon O’Brien, experta en políticas de la Universidad de Texas, considera que para evitar que otro presidente vuelva a desafiar las instituciones tanto como lo ha hecho Donald Trump (imagen), son urgentes “reformas en la burocracia” de Estados Unidos. (Foto: EFE)

“El tiempo de conversaciones huecas acabó. Ahora empiezan las horas de la acción. Nuestra nación volverá a ser próspera de nuevo. Juntos volveremos a hacer grande de nuevo”, dijo en su primer discurso de Gobierno el presidente en 2017.

Hoy por hoy, el relato de la Presidencia de Trump en los libros de historia empezará seguramente por sus últimos días en el poder, cuando su desafío a las normas democráticas del país culminó en una insurrección de sus seguidores e hizo realidad la “carnicería estadounidense” que él había descrito en su discurso de investidura.

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“Esta carnicería estadounidense termina aquí y ahora”, dijo durante su campaña, en referencia a la violencia que experimentaban algunas ciudades de Estados Unidos, donde no hay “seguridad y protección”.

Siguiendo las líneas de esos mismos discursos desde su primera campaña electoral, Trump fue dirigiendo guiños sutiles a los supremacistas blancos y otros extremistas de ultraderecha que le respaldaban, en una dinámica peligrosa que desembocó en el ataque al Congreso y que difícilmente se frenará solo con la llegada de a la Casa Blanca.

A continuación, EFE recuenta las opiniones más importantes de expertos en política, quienes sacan conclusiones tras el paso de Trump por la Presidencia y el legado que dejará a su sucesor.

“LAS LLAMAS ARDERÁN DURANTE UN TIEMPO”

Donald Trump dejará el poder el próximo miércoles 20 con un claro legado: la erosión de la confianza pública en las instituciones de Estados Unidos, una mecha que ha quemado lentamente durante cuatro años, que estalló con el asalto al Capitolio y que promete seguir activa con Joe Biden en el poder.

“La cerilla que encendió el presidente ha iniciado un periodo peligroso en la historia de Estados Unidos. Las llamas arderán durante un tiempo antes de extinguirse”, dijo a EFE Richard Waterman, un académico que estudia la Presidencia en la Universidad de Kentucky.

Salió del pacto nuclear que contenía y limitaba la producción de tecnologías atómicas en Irán en 2018; no quiso usar mascarilla durante la crisis sanitaria más peligrosa de la historia y recomendó la implementación de medicamentos alternos a la base científica; sus partidarios, basados en un discurso sobre un “fraude” electoral, irrumpieron en el Capitolio, día en que murieron cinco personas; y fue llevado a dos juicios políticos para ser destituido del cargo.

“Cualquier logro político quedará ahogado por la violenta insurrección en el Capitolio y por sus intentos de dar la vuelta al resultado de las elecciones a pesar de la ausencia de pruebas creíbles de un fraude electoral”, afirmó a EFE Lori Cox Han, profesora de ciencias políticas en la Universidad Chapman de California.

Joe Biden presentará un paquete de estímulo 1,9 billones de dólares, que sigue a un plan de inversiones. (Foto: EFE)
Joe Biden presentará un paquete de estímulo 1,9 billones de dólares, que sigue a un plan de inversiones. (Foto: EFE)

Sin embargo, la mea culpa de algunos (o varios) errores que tendría su mandato no se asoma. “Esta es realmente la continuación de la mayor cacería de brujas de la historia. Es ridículo, es absolutamente ridículo. Este ‘impeachment’ está causando una ira inmensa”, aseveró Trump en enero.

Gigantes financieros de las redes sociales, como Snapchat, Youtube Twitter y Facebook, le advirtieron que dejara de generar “información errónea, discursos de odio e incitar a la violencia” este y el año pasado. Dos de estos vetaron su cuenta hasta nuevo aviso.

Mientras a otros presidentes se les recuerda por sus logros legislativos o las guerras en las que se metieron, el legado de Donald Trump estará tatuado por su afán de provocación, su desdén hacia la verdad y su tendencia autoritaria, que culminaron en un reto sin precedentes al resultado de las elecciones de noviembre.

“Estas últimas semanas han sellado su destino en lo relativo a su legado”, dijo Han.

“UN CULTO DE MASAS”

Trump retorció los hechos a su antojo, con casi 30.000 mentiras o afirmaciones falsas a lo largo de su Presidencia, según el diario The Washington Post, hasta infundir en la mente de sus seguidores una narrativa casi bélica que perfilaba a sus críticos como “enemigos del pueblo”.

“(Donald Trump) ha creado un culto de masas”, opinó para EFE Bruce Miroff, historiador presidencial en la Universidad de Albany (Nueva York).

El exmagnate inmobiliario no cumplió su promesa de “drenar la ciénaga” de Washington y, de hecho, benefició a muchos de los grupos de presión más poderosos; pero siguió vendiendo a sus votantes que estaba combatiendo a un supuesto “Estado profundo” corrupto e infiltrado en la burocracia del Gobierno.

Esa teoría, llevada al extremo por algunos de sus seguidores más radicales, como los que creen en la teoría de el grupo de conspiración QAnon o los extremistas Proud Boys, sirvió de caldo de cultivo para la violencia de los últimos días, impulsada por la insistencia del presidente en que le habían robado las elecciones.

La estrategia de Trump fue tan eficaz que, incluso después del asalto al Capitolio, el 72 % de los votantes republicanos seguían cuestionando el resultado electoral, según una encuesta del diario Vox; y solo el 27 % del mismo partido confiaban aún en el sistema electoral del país, apunta otro sondeo de Morning Consult.

“Sus seguidores más leales serán una espina en el costado del Gobierno de Biden, negando su legitimidad y rechazando todas sus medidas”, pronosticó.

SU LEGADO

Intrigados por cuál será el legado más importante de Trump, los expertos en política mencionaron también la deriva aislacionista en la que ha colocado a Estados Unidos, que ha cerrado las puertas a los inmigrantes, disparado la competición con China y ralentizado la acción global contra la crisis climática.

“Uno de sus legados es: cómo ve el mundo a Estados Unidos. Como un aliado en el que no se puede confiar, con una economía en declive y un intento cada vez menos creíble de posicionarse como ejemplo de la democracia representativa”, indicó a EFE Karen Hult, experta en la Presidencia en la Universidad de Virginia Tech.

Biden podrá revertir al menos parte de ese legado, pero no podrá hacer lo mismo con otro fruto significativo de la Presidencia de Trump: su nominación de más de 220 jueces federales, incluidos tres en el Supremo, que ocupan cargos vitalicios y coinciden con él en temas como el carácter ilimitado del poder presidencial.

Shannon O’Brien, experta en políticas de la Universidad de Texas, considera que para evitar que otro presidente vuelva a desafiar las instituciones tanto como lo ha hecho Donald Trump, son urgentes “reformas en la burocracia” de Estados Unidos, incluidos cambios en las leyes sobre nepotismo e indultos presidenciales.


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