Un nuevo amotinamiento deja 58 presos muertos en la misma penitenciaría de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, donde en septiembre se produjo una de las peores masacres carcelarias de Latinoamérica con cientos de fallecidos, informó el sábado la comandante de la Policía, general Tannya Varela.
La oficial señaló en rueda de prensa que “hasta este momento” los enfrentamientos entre reclusos que se iniciaron el viernes dejan “58 privados de la libertad que perdieron sus vidas y doce que se encuentran heridos”.
La intervención de la Policía para tratar de restablecer el orden en el reclusorio “permitió salvar vidas”, dijo por su parte Pablo Arosemena, gobernador de la provincia del Guayas (cuya capital es Guayaquil).
Bandas rivales vinculadas al narcotráfico libran una cruenta disputa en la prisión Guayas 1. El 28 de septiembre 119 personas murieron en el mismo centro penitenciario, en la mayor masacre de la historia carcelaria de Ecuador y una de las peores de América Latina.
En ese reclusorio, con 8.500 internos y una sobrepoblación de 60% según cifras oficiales, la violencia no ha parado desde entonces. Tras los incidentes de septiembre, fueron asesinados otros 15 internos para un total de 134.
Las revueltas carcelarias en todo Ecuador dejan más de 250 reos muertos en lo que va del año. En febrero, fallecieron 79 reclusos en amotinamientos simultáneos en cuatro centros penitenciarios.
La masacre de septiembre llevó al gobierno ecuatoriano a declarar un estado de excepción para el sistema penitenciario por 60 días (hasta finales de noviembre), por lo que soldados apoyan a policías en el mantenimiento del control en las 65 cárceles del país.
Las prisiones ecuatorianas tienen capacidad para 30.000 personas pero están ocupadas por 39.000, con una superpoblación del 30%.
Fuente: AFP