El Gobierno de Estados Unidos denunció este domingo la “naturaleza vil del régimen criminal” del presidente venezolano Nicolás Maduro, tras la muerte del exgobernador Alfredo Díaz, considerado un preso político por la oposición. A través de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Washington afirmó en X que la muerte del dirigente, detenido en la sede del Sebin en El Helicoide, “es otro recordatorio” del carácter represivo del Gobierno venezolano.
La declaración ocurre en un contexto de creciente tensión bilateral, luego de que EE.UU. desplegara operaciones militares en el mar Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico, algo que Caracas considera una “amenaza” orientada a provocar un cambio de Gobierno.
Caracas sostiene que el exgobernador murió de un infarto
El Ministerio para el Servicio Penitenciario de Venezuela informó que Díaz falleció producto de un infarto, versión coincidente con reportes de varias ONG y partidos políticos. El dirigente opositor —exgobernador de Nueva Esparta, exconcejal y exalcalde— fue detenido en noviembre de 2024, poco después de las presidenciales cuyo resultado, favorable a Maduro, fue denunciado como fraudulento por la principal coalición opositora.
Díaz había cuestionado la falta de publicación del desglose de resultados electorales y, días antes de su detención, criticó la crisis eléctrica registrada en Nueva Esparta, que el Gobierno atribuyó a supuestos ataques de la oposición.
Opositores denuncian patrón de represión y muertes en prisión
Las lideresas opositoras María Corina Machado y Edmundo González Urrutia afirmaron que el fallecimiento de Díaz refleja un “patrón sostenido de represión estatal” y recordaron que ya son siete los presos políticos fallecidos en prisión desde las elecciones del 28 de julio de 2024.
Ambos dirigentes señalaron que la integridad de Díaz era “responsabilidad exclusiva” de quienes lo mantenían “arbitrariamente secuestrado” en El Helicoide, descartando que su muerte pueda considerarse “común”.





