Buenos Aires, Argentina (AFP).- Más de medio millar de enfermeros e instrumentistas quirúrgicos marcharon este jueves por el centro de Buenos Aires en reclamo de aumentos salariales, reconocimiento profesional y mejoras en las condiciones laborales en plena pandemia de COVID-19.
Los manifestantes, protegidos con barbijos y máscaras, repudiaron además la represión policial que un grupo de sus colegas sufrió hace diez días cuando intentaba entregar un petitorio con los puntos del reclamo ante la Legislatura capitalina y tres enfermeras fueron golpeadas y lastimadas.
“La pandemia solo vino a empeorar las cosas, nosotros ya veníamos trabajando mal, con precarización laboral hace muchísimo tiempo, la pandemia sacó a relucir la mugre del sistema de salud pública de la ciudad”, dijo a la AFP Vanesa Fernández, una enfermera de 36 años.
Según la mujer, el material que les entrega la alcaldía para protegerse del coronavirus es insuficiente y de mala calidad.
“Este barbijo se supone que tendría que durar 14 días pero dura 30 horas. No me quieren dar el material, lo estoy comprando con mi sueldo que es de 35.000 pesos (430 dólares al cambio oficial), por debajo de la línea de pobreza”, aseguró.
Los licenciados en enfermería, en bioimágenes y en instrumental quirúrgico reclaman ser incluidos en la ley de carrera profesional del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, de las que fueron excluidos hace dos años y quedaron enmarcados como personal administrativo.
“Los enfermeros somos profesionales”, se leía en un cartel. Ser reconocidos como profesionales les permitiría ganar un básico de 54.000 pesos (675 dólares).
“Queremos material de calidad para poder trabajar en esta pandemia. Queremos tener al menos un día de descanso, ya que desde que empezó la pandemia, enfermería no para. Los compañeros han muerto, hemos tenido que despedirlos en nuestros propios hospitales porque no se les da la licencia por riesgo ni los materiales que corresponden”, agregó Fernández.
Jorge Iglesias, licenciado en enfermería de 52 años, que trabaja hace 26 en el hospital Durand y el sanatorio Julio Méndez aseguró que la situación se agravó en la pandemia.
“No solamente trabajamos mucho por la pandemia, si no que la mayoría tenemos dos o tres trabajos. Arriesgamos la vida y ganamos muy poco”, afirmó Iglesias a la AFP.
Argentina, con 44 millones de habitantes y en confinamiento desde el 20 de marzo, aunque con medidas morigeradas en Buenos Aires y otras regiones, registra unos 751 000 casos de COVID-19, con unos 20 000 fallecidos y cerca de 600 000 recuperados.