Caza F18E Super Hornet estadounidense que derribó un avión sirio SU-22 después de que el aparato efectuara un bombardeo al noreste de Siria a mediados de junio. (Foto referencial: US Navy)
Caza F18E Super Hornet estadounidense que derribó un avión sirio SU-22 después de que el aparato efectuara un bombardeo al noreste de Siria a mediados de junio. (Foto referencial: US Navy)

El este domingo que lanzó ataques aéreos selectivos contra “instalaciones utilizadas por grupos de milicianos respaldados por Irán” en la frontera entre Siria e Irak, dejando cinco combatientes muertos, según una organización humanitaria.

“Siguiendo las instrucciones del presidente Biden, las fuerzas militares estadounidenses han llevado a cabo esta noche ataques aéreos defensivos de precisión contra instalaciones utilizadas por grupos de milicianos respaldados por Irán en la región fronteriza entre Irak y Siria”, dijo el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, en un comunicado.

Kirby añadió que los objetivos -dos en Siria y uno en Irak- fueron seleccionados porque “esas instalaciones son utilizadas por las milicias respaldadas por Irán que participan en ataques con vehículos aéreos no tripulados contra el personal y las instalaciones estadounidenses en Irak”.

“Al menos cinco milicianos apoyados por Irán murieron y varios otros resultaron heridos en el ataque aéreo estadounidense”, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en Reino Unido.

Los intereses estadounidenses en Irak han sido objeto de repetidos ataques en los últimos meses, y Estados Unidos ha culpado constantemente a facciones iraquíes vinculadas a Irán de los ataques con cohetes y de otro tipo contra las instalaciones iraquíes que albergan a su personal.

“Dada la serie de ataques en curso por parte de grupos respaldados por Irán que tienen como objetivo los intereses de Estados Unidos en Irak, el presidente dirigió nuevas acciones militares para interrumpir y disuadir dichos ataques”, dijo Kirby.

“En concreto, los ataques estadounidenses tuvieron como objetivo instalaciones operativas y de almacenamiento de armas en dos lugares de Siria y uno de Irak, ambos situados cerca de la frontera entre esos países”, añadió.

Desde principios de año se han producido más de 40 atentados contra intereses estadounidenses en Irak, donde están desplegados 2.500 soldados norteamericanos como parte de una coalición internacional para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico.

La gran mayoría han sido bombas contra convoyes logísticos, mientras que 14 fueron ataques con cohetes, algunos de ellos reivindicados por facciones proiraníes que pretenden presionar a Washington para que retire todas sus tropas.

Los ataques se producen un día después de que funcionarios kurdos iraquíes dijeran que tres drones cargados de explosivos impactaron cerca de la ciudad de Arbil, en el norte de Irak, donde Estados Unidos tiene un consulado.

También se produjo cuando el Hashed al Shaabi, una alianza paramilitar proiraní que se opone a la presencia estadounidense en Irak, celebró un desfile militar cerca de Bagdad al que asistieron altos funcionarios. En abril, un avión no tripulado cargado de explosivos atacó el cuartel general de la coalición en Irak en la parte militar del aeropuerto de Arbil, la capital regional kurda iraquí.

Ese tipo de ataques supone un dolor de cabeza para la coalición, ya que los drones pueden evadir las defensas aéreas. “Como se ha demostrado con los ataques de esta noche, el presidente Biden ha dejado claro que actuará para proteger al personal estadounidense”, dijo Kirby.

Fuente: AFP

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