El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, abandonó hoy la isla de Bali antes de que concluya mañana, miércoles, la cumbre del G20.
Según informan las agencias rusas, Lavrov partió esta tarde en avión rumbo a su país tras completar su programa de reuniones en territorio indonesio.
Además de participar en varias reuniones sobre seguridad energética y alimentaria, y sanidad, el jefe de la diplomacia rusa se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres, además de con los líderes francés, Emmanuel Macron, y alemán, Olaf Scholz.
“Kiev se niega categóricamente a cualquier negociación y presenta condiciones que son a toda vista irreales e inadecuadas dada la situación”, dijo Lavrov a la prensa rusa al término de su participación en la cumbre a la que asistió en representación del presidente ruso, Vladímir Putin.
Por otra parte, Lavrov criticó la duración del discurso del líder ucraniano, Volodímir Zelenski, en el G20, que se alargó durante “veinte minutos” y consideró “irreales” sus propuestas para un arreglo, que incluyen la retirada de las tropas rusas de Ucrania.
Pese a la oposición de Moscú, el borrador del comunicado final de la cumbre menciona la “guerra de Ucrania” y destaca el “inmenso sufrimiento humano” y los problemas que acarrea a escala global, aunque también se hace eco de las diferentes posturas al respecto entre los 20 países.
Coincidiendo con el G20, El Ejército ruso lanzó esta tarde su mayor ataque aéreo contra Ucrania desde el inicio de la guerra en febrero, cuyo objetivo principal es dañar la infraestructura energética de este país antes de la llegada del crudo invierno.
Fuente: EFE