Miles de civiles se han visto desplazados de sus hogares debido a la violencia de los talibanes en la norteña región de Panjshir, la última de las 34 provincias afganas en caer bajo control de los islamistas, según denunció este viernes el grupo opositor Frente de Resistencia Nacional (NRF).
“Los talibanes han forzado y expulsado a miles de personas de sus hogares y pueblos en Panjshir, ya que han comenzado con la opresión y los asesinatos”, dijo el NRF en un comunicado.
El NRF, que perdió esta semana el control de Panjshir, acusó a la formación fundamentalista de “continuar su limpieza étnica, una situación ante la que el resto del mundo se limita a mirar e ignorar”.
Los talibanes han desplegado sus tropas en los valles de la recientemente conquistada provincia, último bastión de la resistencia tras la captura de Kabul el pasado 15 de agosto, “vengándose y matando a gente”, especialmente hombres jóvenes.
El NRF denunció la escasez de alimentos y medicinas, así como la violencia que ha obligado a los residentes de las zonas montañosas a tomar refugio en otras zonas, como provincias cercanas o la capital afgana.
El grupo dirigido por Ahmad Massoud, hijo del difunto comandante Ahmad Shah Massoud, conocido como el “León de Panjshir” por su icónica lucha contra los soviéticos y los talibanes, afirmó que se ha replegado a zonas de difícil acceso y “la resistencia no ha acabado”.
Represión casa por casa
Los talibanes “nos están reprimiendo y nos han obligado a abandonar nuestros hogares porque procedemos de Panjshir, miles de personas se han marchado ya”, denunció a EFE Shirin Agha, un residente de la provincia que se ha visto obligado a huir a Kabul.
Agha describió las búsquedas casa por casa de los talibanes, poco después de que se hiciesen con el control del valle, y la detención de tres jóvenes de su valle.
El desplazado afirmó que los talibanes han convertido algunas casas en puestos de control militar.
La operación de los talibanes ha recibido también las críticas de algunos líderes políticos.
“Pido a Naciones Unidas que rompa su silencio y haga que los terroristas (...) detengan la limpieza étnica y el genocidio en Panjshir. Que abran las puertas del valle y permitan a los medios que informen, y que la ayuda humanitaria llegue a Panjshir”, dijo en un comunicado el exvicepresidente Abdul Rashid Dostum.
Como parte de sus esfuerzos para ganar el control total de la provincia, que capturaron al NRF el pasado lunes, los talibanes mantienen suspendidas las telecomunicaciones y el suministro de electricidad.
Los desplazamientos en Panjshir llegan mientras Afganistán sufre una crisis humanitaria y millones de personas necesitan urgentemente asistencia, según la ONU.
“Cuarenta años de guerra, desastres naturales, pobreza crónica, sequía y la pandemia de COVID-19 han dejado a 18,4 millones de personas necesitadas de asistencia humanitaria. La reciente escalada del conflicto (...) ha exacerbado las necesidades”, dijo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Fuente: EFE