El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, proclamó este lunes el fin de la guerra en Gaza tras firmar, junto a los líderes de Egipto, Catar y Turquía, una declaración que sella el acuerdo de paz y establece a estos países como garantes del alto el fuego entre Israel y Hamás.
“Se acabó la larga y dolorosa pesadilla”, afirmó Trump durante su discurso ante el Parlamento israelí, donde fue ovacionado por varios minutos.
El acuerdo, resultado de un plan de 20 puntos impulsado por Washington, permitió el canje de 20 rehenes israelíes vivos por cerca de 2.000 prisioneros palestinos, y ha sido descrito como el paso más significativo hacia la estabilidad en la región en los últimos años.
La jornada fue recibida con júbilo en Tel Aviv, Ramala y Gaza, donde miles de personas celebraron tanto la liberación de los cautivos israelíes como la de los palestinos encarcelados.
Trump, tras su visita a Israel, viajó a Sharm el Sheij (Egipto) para copresidir con el mandatario Abdel Fattah al Sisi la cumbre internacional sobre el futuro de Gaza, en la que participaron representantes de más de veinte países.
El presidente estadounidense destacó el papel de mediador de Egipto y reconoció la influencia de su aliado en las negociaciones:
“El general Al Sisi ha desempeñado un papel clave porque Hamás respeta a este país y su autoridad”, señaló Trump.
Por su parte, Al Sisi aseguró que “Trump era el único que podía poner fin a esta guerra” y anunció la organización de una conferencia internacional para la reconstrucción de Gaza junto a Estados Unidos y otros socios internacionales.
En su discurso, Trump calificó el alto el fuego como “un triunfo histórico”, que no solo simboliza el fin del conflicto entre Israel y Hamás, sino también “el amanecer de un nuevo Oriente Medio”. Además, instó a los palestinos a “alejarse para siempre de la vía del terrorismo y la violencia”.
Mientras tanto, en la Franja de Gaza, miles de desplazados comenzaron a regresar a sus hogares destruidos, en medio de un panorama devastado tras dos años de guerra. Según el Ministerio de Salud gazatí, el conflicto dejó más de 67,000 muertos, la mayoría civiles.
Ni el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ni líderes de Hamás asistieron a la cumbre, aunque Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina, sí se reunió con Trump para abordar el futuro gobierno del enclave.
El plan estadounidense contempla que Gaza sea administrada por un comité palestino tecnocrático y apolítico, bajo la supervisión de un organismo internacional de transición liderado por Estados Unidos, y que Hamás quede excluido del poder.
Con esta firma, Trump se consolida como protagonista del acuerdo que pone fin al conflicto más prolongado y sangriento del siglo XXI en Oriente Medio, abriendo un nuevo capítulo de esperanza en una región marcada por décadas de guerra.





