El mandatario ucraniano Volodimir Zelenski viajará a Florida este domingo para sostener un encuentro con el presidente estadounidense Donald Trump, según confirmó la oficina presidencial de Ucrania. La reunión busca avanzar en las negociaciones para alcanzar un cese al fuego en el conflicto con Rusia mediante una propuesta revisada que ha generado reacciones encontradas entre las partes involucradas.
¿De qué trata la propuesta?
La nueva propuesta sobre la mesa consta de 20 puntos, una reducción significativa respecto a la versión inicial de 28 puntos que Washington había presentado anteriormente. El mandatario ucraniano describió el documento actual como “más aceptable” que las versiones anteriores, señalando que incorpora menos demandas del gobierno de Moscú.
En ese sentido, enfatizó que el texto revisado difiere sustancialmente de la propuesta original estadounidense, la cual había recogido múltiples exigencias rusas que Kiev consideraba inaceptables. Esta modificación representa un ajuste estratégico en la posición negociadora de las partes occidentales.
Elementos centrales
El plan contempla congelar las posiciones militares actuales en la línea del frente y establecer zonas de amortiguamiento sin presencia militar en territorios del este ucraniano. Como contrapartida, se plantea una retirada parcial de fuerzas ucranianas de ciertas áreas bajo su control.
Zelenski ha establecido como condición irrenunciable que cualquier concesión territorial que emerja de estas negociaciones debe someterse a consulta popular mediante referéndum nacional. Esta postura busca legitimar internamente decisiones que podrían resultar políticamente costosas para el gobierno de Kiev.
Disputa por la central nuclear de Zaporiyia
Uno de los puntos más conflictivos del plan involucra el futuro de la central nuclear de Zaporiyia, la instalación atómica más grande del continente europeo, actualmente ocupada por fuerzas rusas. Estados Unidos propuso un esquema de administración tripartita que incluiría a Ucrania, Rusia y EE.UU. en la gestión conjunta de la planta.
Zelenski rechazó categóricamente esta fórmula, considerando que comprometería la soberanía ucraniana sobre una infraestructura crítica ubicada en territorio nacional. La negativa de Kiev evidencia las líneas rojas que el gobierno ucraniano no está dispuesto a cruzar, incluso bajo presión de su principal aliado occidental.
Presión por retirada en Donetsk
Otro elemento controversial es la presión ejercida por Washington para que las fuerzas ucranianas abandonen aproximadamente el 20% del este de la región de Donetsk que aún permanece bajo control de Kiev. Esta solicitud coincide con demandas históricas del Kremlin sobre el Donbás, región que Rusia reclama como parte de sus territorios anexados.
La administración estadounidense argumenta que estas concesiones territoriales podrían facilitar un acuerdo duradero, aunque para Ucrania representan cesiones significativas de soberanía en zonas donde mantiene presencia militar y administrativa.





