Alejandro Soto Reyes va a terminar su gestión, una de las peores en los últimos años, usando al procurador del Congreso para iniciar una cacería de brujas y una vendetta contra la prensa que lo investiga por una de las presuntas mentiras que usó para no perder su lugar en la mesa directiva del Legislativo.
Lo peor de esto es que Soto Reyes asegura que su denuncia por reglaje contra el periodista José Miguel Hidalgo y el dominical Cuarto Poder, que investigaron la relación negada que el electo por Alianza para el Progreso (APP) aún mantendría con la madre de su hijo, es producto de una “presión mediática y chantaje” en su contra.
En un mensaje de X, el único lugar donde ahora se pronuncia, Soto aseguró que luchará “hasta las últimas consecuencias” por los derechos de su familia, pero muy orondo lo hará con dinero de todos los peruanos.
Alejandro Soto puede interponer todas las denuncias que quiera, pero debe hacerlo a título personal y pagarlas de su propio bolsillo. Al usar su cargo de presidente del Congreso para que el procurador del Parlamento que inicie un proceso contra la prensa, usa al Estado en un tema privado.
Al final, con esta acción, el apepista demuestra que los tan mentados derechos de su familia solo son defendidos si los pagan otros, en este caso, nosotros los contribuyentes.