La biomasa observada de anchoveta, según el último informe del Instituto del Mar del Perú (IMARPE), es de 7 millones 180 mil toneladas, lo cual representa 7.8% más que el promedio de las observaciones de invierno-primavera entre los años 1996 y 2022, según la data histórica del Ministerio de la Producción (PRODUCE), lo cual demuestra la buena salud de la biomasa de anchoveta en la actualidad.

Por otro lado, la cuota asignada por PRODUCE para esta segunda temporada de pesca de anchoveta fue de 1 millón 682 mil de toneladas, es decir, solo el 23% del total de biomasa; y, a dos semanas de iniciada la temporada, los desembarques superan las 520 mil toneladas. Con ello, se demuestra que el proceso de desove fue favorable.

Asimismo, como lo dijimos hace algunas semanas, las condiciones oceanográficas que se observan actualmente se presentaban como una oportunidad para reactivar el sector pesquero industrial, que estuvo duramente golpeado durante 9 meses por la no apertura de la primera temporada de pesca debido, precisamente, por los factores ambientales y biológicos de la anchoveta. Recordemos que el IMARPE estuvo monitoreando el recurso durante más de 5 meses para determinar si se daban o no las condiciones para la apertura de la primera temporada de pesca, cosa que no ocurrió por el inicio del proceso de desove de la anchoveta.

Sin embargo, todavía existen algunas voces que hablan de “presiones al gobierno” para que se abran las temporadas de pesca y otras que hablan de “depredación del recurso anchoveta”, poniendo en evidencia un total desconocimiento sobre la administración de una pesquería, como la de anchoveta, que es admirada en todo el mundo por tener una regulación eficiente y por el compromiso de todos los actores que intervienen en el sector para garantizar su sostenibilidad.

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