El Estado otorga becas para educación superior, una de ellas la Beca 18, gestionadas por el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo para estudiantes talentosos en situación de vulnerabilidad.
Cerca de 97,000 jóvenes postularon a una de las 20,000 becas ofrecidas, aunque el presupuesto solo financia 2,000. Son S/. 50 millones de los 793 solicitados, un dieciseisavo de lo necesario.
Casi 1’500,000 de jóvenes estudia en universidades públicas y privadas de diversa calidad. La cantidad de becas no cubre las expectativas ni posibilidades de miles de jóvenes talentosos sin capacidad económica para cubrir el costo de obtener un título profesional, lo que tampoco garantiza lograr un trabajo digno.
La educación de calidad en el país es elitista y cara, para pocos, mientras que la pública es insuficiente y enfrenta reducciones presupuestales. Empezar a transformar esta situación requiere de voluntad política y apoyo popular organizado. Para gastar hay que tener ingresos y por eso la política tributaria, presupuestal y financiera del Perú tiene que cambiar.
Necesitamos elevar la presión tributaria, 14% es insuficiente cuando en América Latina estuvo en 22% el año 2023. Las exoneraciones tributarias llegarían a S/ 26,350 millones (2.16% del PBI, 10% del presupuesto), no pagan renta ni IGV la universidad privada por norma constitucional, tampoco renta las empresas agroexportadoras y se devuelve el IGV a las mineras exportadoras, entre otras situaciones.
La dictadura es en realidad el interés económico de empresas y oligopolios que manejan el país y emplean el poder político para sus beneficios y ganancias.




