Es muy preocupante que en el Perú se estén normalizando situaciones escandalosas, como que el flamante ministro del Interior, Luis Barranzuela, haya sido hasta hace poco el abogado de un partido que tiene a cinco de sus más notables miembros prófugos de la justicia por ser parte de esa banda que el Ministerio Público ha denominado “Los dinámicos del centro”.

Mucho se llena la boca el ministro Barranzuela de su idoneidad para el cargo y su honestidad. Sin embargo, habría que preguntarle si será capaz de capturar a los “dinámicos” prófugos, entre los que se encuentra Arturo Cárdenas, “Pinturita”, brazo derecho de Vladimir Cerrón, hasta hace pocos días cliente del flamante responsable político de la Policía Nacional.

El nombramiento de Barranzuela es escandaloso por la relación que tiene con varios prófugos y con varios que podrían serlo en los próximos días. Y ni qué decir de sus pésimos antecedentes como oficial de la Policía Nacional. Sin embargo, acá no pasa nada. Quienes antes salían a reclamar a las calles por cualquier cosa, hoy andan callados dejando que la corrupción se infiltre en el Estado y se burle de los peruanos.

Ojalá nos equivoquemos, pero mientras esté el actual ministro al frente de la cartera de Interior, creemos que será imposible que caigan presos “Pinturita” y compañía, quienes tienen mucha suerte de haber caído en desgracia judicial, cuando sus amigos ya habían tomado el poder del Perú.