El 1 de marzo iniciaron las clases más de dos millones de alumnos de colegios privados, y el 13 de marzo lo harán más de seis millones de alumnos de los colegios públicos.
En mis conferencias a docentes y directores de Loreto, Tacna, Lima y otras regiones convocadas por el SUTEP, la Derrama Magisterial y universidades he observado una gran motivación y compromiso con sus estudiantes, actualizándose para brindar una mediación pedagógica de calidad.He escuchado algunas voces radicales -muy pocas- intentando paralizar las clases en los colegios públicos, donde se educan los alumnos de menores recursos que (utilizando sus palabras de estos grupúsculos) son los “hijos del pueblo”. Dirigentes (Fenatep-Movadef) y algunos líderes violentistas no han sido ni serán escuchados: la comunidad educativa, los padres de familia y la gran mayoría de profesores los ignorarán. En este marco, tengo que reconocer la responsabilidad del SUTEP de comenzar las clases el próximo 13 de marzo, sin dejar de enarbolar las reivindicaciones del magisterio.
Ciertamente hay dificultades de infraestructura que se están tratando de superar en la medida de lo posible con la movilización de gobiernos regionales, padres de familia, municipios, empresas privadas, Ministerio de Defensa y otras instituciones bajo el liderazgo del Ministerio de Educación. Pero la perspectiva debe ser:” declarar en emergencia la infraestructura educativa y reorganizar el Programa Nacional de Infraestructura”.
Saludos a mis colegas maestros y maestras del Perú, así como a los millones de alumnos que ya han iniciado su año escolar 2023 el primero de marzo en los colegios privados y a los que iniciarán sus clases este 13 de marzo para que se cumpla con “el derecho constitucional a la educación” de los niños, niñas y adolescentes del Perú.