Por estos días de recrudecimiento de la violencia especialmente en Lima, han surgido más críticas contra la presidenta Dina Boluarte, y es irónico que sus más grandes detractores sean aquellos que en 2021 fueron entusiastas partidarios del hoy recluso Pedro Castillo, quien traía en su plancha a la actual mandataria.

Todos sabían de los antecedentes y limitaciones de ambos, pero optaron por dicha dupla. Votaron por la fórmula indisoluble Castillo-Boluarte, y hoy un poco más y nos dicen que no conocen a la señora que por legítima sucesión constitucional, tenía que asumir la Presidencia de la República, guste o no.

Es evidente que Boluarte no ha estado ni está en condiciones de gobernar el país. Lo demuestra día a día, pero es lo que hay. A ella la eligieron la mayoría de peruanos hasta julio del 2026, así que de poco o nada vale quejarse. Si querían su “lapicito”, ahí tienen su “lapicito”. Si votaron por la plancha del partido de un delincuente como Vladimir Cerrón, allá ellos.

Más bien, para los próximos comicios, ojalá que los peruanos sean capaces de recordar con rostros, nombre y apellidos a aquellos que apoyaron a Castillo-Boluarte, y que hoy no se hacen problema en criticar a otros, cuando ellos son los responsables de estos años perdidos para el desarrollo del país.