Luego de decir que fue sacado de contexto cuando afirmó que en el Perú nadie pasa hambre, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, nos regaló una frase quizás más infeliz que la anterior.
Para minimizar las advertencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre el aumento de la inseguridad alimentaria en el país, Manero Campos dijo que, como él no cena, también sería considerado en riesgo de hambre por dicha entidad.
Lo felicitamos ministro Manero, usted es parte de la minoría de peruanos que puede decidir no comer pero, a diferencia de usted, en el Perú millones de personas no comen porque así lo decidieron sino porque no tienen cómo pagar por sus alimentos.
No nos sorprende la desconexión entre los ministros y la realidad del país. Ahí tenemos como ejemplo al ministro de Educación, Morgan Quero, y la ministra de la Mujer, Ángela Hernández, cuando intentaron de justificar las violaciones de niñas awajún que viven junto a quienes las agredieron.
Vimos la fila de aspavientos, pronunciamientos y hasta mociones de censura en el Congreso que, a la primera oportunidad, fueron archivadas por el retiro de firmas.
Así, no sorprende que Manero crea que su realidad es la de todo el país y que siga siendo ministro pese a la falta de empatía que ha mostrado.