Un día antes de la Nochebuena, Leo Dan ofreció una entrevista a Radio Rivadavia de Argentina para anunciar que, a pesar de haberse despedido de los escenarios en California en octubre pasado, analizaba una oferta para también hacerlo en su país. El ídolo de la canción romántica, desde hace muchos años vivía en Miami, desde donde, a sus 82 años, había decidido dejar las giras y solo dedicarse a componer. En la charla, la última que dio a un medio de comunicación, sin imaginarlo, sin proponérselo, ese inigualable mito de la música del corazón resumió a modo de testamento lo que significaba su oficio en su vida: “El público y la gente siempre van a estar en mi corazón y voy a seguir trabajando para llevarles alegría. Es hermoso que mis canciones sigan dando la vuelta al mundo. Mi vínculo con el público es eterno y espero que así siga siendo”, dijo el autor de “Te he prometido”. Y es precisamente, a esa inmortalidad de la que hablaba, fue a la que ingresó ese tremendo cantor del pueblo el primer día de 2025, una partida que dejó con un nudo en la garganta a sus admiradores y sigue generando esa tristeza y nostalgia, similar a quienes pierden a alguien muy cercano. Leo Dan, es de esos ídolos que logró desde el primer día ingresar al corazón de la gente sin más trámite que el don de cantarle en ese idioma universal de la sencillez y los nobles sentimientos que inspiran el amor. El cantautor argentino, nunca buscó presumir de enrevesados textos, ni menos de pretensiosos arreglos, solo quiso ir directo al alma de los que estan enamorados o sufren en el intento; ese fue su mayor aporte, lo que lo caracterizó y lo hizo gigante. Pero, no solamente el amor fue su inspiración, uno de sus temas que trascienden al tiempo y a las generaciones, es ese himno a la madre que es un ruego de todos: " Yo le pido a Dios rezando, que mi mamá no se muera, que viva dentro mi rancho, como estampita siquiera”. Muchas veces lo hemos afirmado, sin duda ni murmuraciones, llegar al corazón del pueblo es un privilegio, y esos cantautores que lo logran son quienes consiguen que sus canciones se conviertan en himnos sin distinción de edades y diferencias sociales. Leo Dan, es uno de ellos, y lo mencionamos en presente porque estará vivo en cada acorde, en cada texto y en cada momento que escuchemos su voz en una de esos clásicos del corazón.