A nadie debería sorprender que desde la bancada de Perú Libre estén buscando modificar el Código Penal con la intención de meter en la cárcel a los periodistas que hacen su trabajo de poner luces sobre la corrupción y demás hechos como los protagonizados por su jefe, Vladimir Cerrón, pues estamos hablando de una agrupación política, por llamarla de alguna manera, que desde su ideario promueve la demolición de la democracia y las libertades, entre ellas la de expresión.

Esta nueva arremetida proviene de un viejo conocido en los intentos por minar el trabajo de la prensa independiente. Me refiero al legislador Segundo Montalvo, a quien hace seis meses ya le archivaron una propuesta similar. El hombre no se cansa. Esta vez su proyecto cuenta con las firmas de respaldo de sus colegas de bancada Margot Palacios, Flavio Cruz, Américo Gonza, María Agüero y Waldemar Cerrón, nada menos que uno de los vicepresidentes del Congreso gracias a los oscuros tratos bajo la mesa entre las bancadas.

Estamos ante una nueva amenaza contra el libre ejercicio del periodismo, pues la propuesta del cerronismo -que debería morirse de vergüenza de tener un líder prófugo con dos órdenes de captura vigentes-, busca modificar el artículo 132 del Código Penal a fin de que las penas de privación de libertad suban de tres a cinco años, como para que cualquier juez disponga la prisión efectiva a un comunicador. Con esto, nos estaríamos igualando a dictaduras impresentables como las de Venezuela, Cuba o Nicaragua.

Pero no es el único zarpazo que alista el cerronismo. Desde Bloque Magisterial, su bancada satélite, están tratando de limitar el trabajo de los periodistas al penalizar la difusión de información reservada obtenida a través de sus fuentes, pero sobre todo están poniendo una barrera al derecho a la información que tiene todos los ciudadanos. El responsable de esta propuesta es Segundo Quiroz, otro de los que sin saber cómo, llegó al Congreso gracias a prófugo Cerrón y al recluso Pedro Castillo.

Arremetidas como estas no deberían pasar en ningún país serio. Es inaceptable que los congresistas de Perú Libre y el Boque Magisterial quieran convertir al Perú en una tiranía como la que ellos admiran. Lamentablemente, en 2021 el elector peruano cometió la inmensa e histórica irresponsabilidad de votar por estos personajes que en dos años y medio volverán al anonimato, pero que mientras tanto pueden causar daños gravísimos a nuestra débil democracia.

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