Ningún personaje que haya defendido al sanguinario Víctor Polay Campos (a) “Rolando” a través del nauseabundo pasquín que servía de vocero de su banda armada, merece ser presidente del Perú. Sí, me refiero a Alfonso López Chau, el candidato de Ahora Nación, quien en febrero de 1989, cuando el MRTA ya había cometido asesinatos, atentados y hasta la toma de la ciudad de Juanjuí en que murieron varios policías, sostuvo que el cabecilla terrorista era un “luchador social”.

López Chau se hizo conocido hace tres años tras la caída del golpista Pedro Castillo, pues como rector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) abrió las puertas del campus de esa casa de estudios pública, y por lo tanto de todos los peruanos, para alojar a grupos de manifestantes que venían de diversas regiones. Fueron los días en que tanto en Lima como en provincias, hubo movilizaciones extremadamente violentas, azuzadas por activistas de izquierda. Ya se sabía que aspiraba a ser candidato presidencial.

Lo que nadie sabía era que López Chau había sido un entusiasta defensor de uno de los terroristas más salvajes que el Perú ha tenido la desdicha de ver nacer, y que lo había calificado de “luchador social”, de “luchador político” y “no un delincuente común” en 1989, uno de los años más sangrientos que le tocó vivir a nuestro país por los embates de Sendero Luminoso y el MRTA, que nos atacaban con bala y dinamita mientras la hiperinflación y el caos de finales del primer gobierno aprista nos pasaban factura.

La edición del pasquín Cambio –vocero de la banda armada que justificaba todas sus atrocidades–, que trae a la luz la cercanía de López Chau con “Rolando”, fue sacada a la luz en redes sociales por el policía en retiro y exintegrante de la Dircote, José Luis Gil, en momentos en que el candidato de Ahora Nación pretende posicionarse como una opción de izquierda en los comicios del próximo año. Irónico que en su lista al Congreso lleve al coronel PNP (r) Harvey Colchado, quien se jacta de haber enfrentado al terrorismo.

Como no podía ser de otra manera, el candidato López Chau ha tratado de justificar el apoyo que dio a Polay Campos hace 35 años, quejándose y afirmando que es víctima de “terruqueo”, una receta ya gastada de quienes pretenden librarse de un pasado y hasta presente “explosivos”. Incluso Guillermo Bermejo apelaba a eso. El exrector de la UNI también ha dicho que su “condena al terrorismo es y ha sido absoluta”. El ciudadano podrá sacar sus propias conclusiones y expresarlas en las urnas.

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