La invitación de la Federación Rusa a un grupo de congresistas ha generado un nuevo escándalo en el Legislativo. Eso se produce en medio de la polémica invasión de este país a Ucrania, que ha llevado a muchos peruanos a cuestionar la decisión de los parlamentarios de viajar a Rusia. En este contexto, se plantea un debate sobre si es apropiado que congresistas peruanos legitimen a un Gobierno acusado de violaciones a los derechos humanos y responsable de la guerra en curso en Ucrania. Hay una doble moral de algunos. Le dicen dictadora y asesina a la presidenta Dina Boluarte y le van a rendir pleitesía a Vladimir Putín, quien no tiene credenciales democráticas.
Pero esto no es todo. La gran pregunta es: ¿En qué medida le sirve al país el viaje de los congresistas? En nada. Este periplo solo les sirve a ellos mismos. Es una nueva demostración de que siguen aprovechándose del Congreso para exclusivo beneficio de sus intereses. Incluso no tienen reparos para decirlo. Ayer el congresista Luis Salhuana (APP) decía que una de las ventajas de la gira de los legisladores era que iban a adquirir nuevas experiencias.
En tanto, el presidente del Congreso, Alejandro Soto, manifestó que los congresistas viajeros no cuentan con autorización para visitar Rusia y que lo hacen a título personal, sin embargo, hay un documento del oficial mayor del Congreso que deja en claro que el titular del Parlamento aprobó una solicitud para licencia de Jaime Quito con el fin que participe en la Conferencia Parlamentaria Internacional Rusia-América Latina. Este es un nuevo capítulo de los desatinos y desencuentros con la verdad de Soto.