Muy comprensible el malestar, la indignación y la frustración del jefe de la Región Policial de la Región Lima Sur, general PNP Manuel Lozada, quien se ha quejado públicamente y con toda razón por que el Ministerio Público liberó a 13 venezolanos y colombianos capturados por esforzados policías, algunos movilizados desde la capital, por estar implicados en el delito conocido como “gota a gota”.
El jefe policial ha acusado directamente al fiscal Albert Pinedo Muñoz de haber echado a perder el trabajo de los agentes que lograron sacar de circulación a los extranjeros, lo que ha causado gran malestar no solo en la PNP, sino también en la población de Cañete que alista una marcha contra esta decisión del magistrado.
Esta es apenas una muestra de cómo el Ministerio Público, amparado en legalismos que sería bueno conocer su motivación, termina jugando a favor de la criminalidad y en contra de la ciudadanía que la padece. No es la primeva vez. Ya lo vimos con otros hampones que terminan en libertad y hasta burlándose de sus captores.
Lamentablemente el Estado camina en diferentes direcciones al no haber una estrategia articulada de lucha contra la criminalidad. No hay voluntad de unirse para trabajar por el ciudadano de a pie, ese al que matan, roban y extorsionan todos los días.