En medio de la pandemia, de la desesperanza en la que se encuentran los integrantes de nuestra frágil industria del entretenimiento, una buena noticia se convirtió en bocanada de aire fresco en un ambiente musical enrarecido por la crisis. La peruana Leslie Shaw lanzaba por todo lo alto su nueva canción al lado de Thalía, una de las referentes del pop latino y diva de las telenovelas. La esposa del magnate Tommy Mottola, eligió el tema de la peruana, entre tantos que le proponen para hacer dúo, porque consideró que Shaw es una artista en ascenso, y además porque esa unión prometía un hit a puertas. Nada se deja al azar en las grandes ligas. En menos de una semana, “Estoy soltera” tiene casi nueve millones de vistas en YouTube y ha permitido que nuestra compatriota afiance su presencia en el mercado del género urbano, el más popular actualmente y el que más dinero mueve en el mundo. ¿Pero es un golpe de suerte lo que le ha sucedido a la peruana? ¿Ser figura de Sony Music Latin fue producto de la casualidad? Nada de eso, todo lo contrario, quienes conocen a Shaw saben que desde que empezó su carrera cantando en populares orquestas, su camino ha sido de puro trabajo, y además de invertir cada sol ganado en la grabación de sus temas y sus videos. La intérprete fue constante, nunca dejó de insistir en sus propuestas, participó en concursos de talentos en televisión, protagonizó musicales en teatro y estuvo en festivales de prestigio. Dejemos de pensar que el éxito llega fácil, ya es hora de que todos los que miran de lejos a artistas locales que empiezan a destacar en el extranjero sepan lo importante que es la perseverancia. Es inevitable dejar la zona de confort, tocar puertas, buscar contactos, abrir mercados, dejarse escuchar. Claro que son importantes las redes y plataformas, pero también visitar en persona a quienes manejan y deciden lo que se lanza desde los grandes sellos. Muchas veces se tendrá que empezar de cero, dejar una carrera exitosa en el país y contar mil veces la misma historia en lugares donde te pueden haber visto en redes, pero no saben de ti. En resumen, y Leslie es el ejemplo, nada es gratutito, el éxito cuesta y en este caso es producto de talento, constancia y mucho trabajo.