De acuerdo con las cifras del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, las exportaciones del Perú crecieron un 7.2% al cierre del primer semestre del año en comparación con el mismo periodo del 2023, alcanzando los US$ 33,046 millones, lo que permitirá impulsar el crecimiento económico y el empleo.
La harina de pescado, ingrediente que se procesa de la anchoveta para el consumo humano indirecto, se ubica en el 4to lugar de la oferta exportable nacional con US$ 883 millones en exportaciones en el primer semestre del año; un crecimiento del 25.8% en comparación al mismo periodo del año pasado, donde solo se exportaron US$ 700 millones.
Estas cifras demuestran la importancia de la pesquería de anchoveta para el desarrollo sostenible del país y a la reactivación económica que tanto esperamos. Si a la pesca le va bien, a la economía nacional también; toda vez que la industria de anchoveta aporta importantes cantidades al fisco entre cargas regulatorias y sociales, además de ser un gran generador de empleo a lo largo del litoral.
Sin embargo, el camino aún es largo. Recordemos que en todo el 2023 sólo se exportaron US$ 904 millones de harina de pescado debido a una baja producción por los fenómenos climáticos y malas decisiones políticas.
Este año las cosas han cambiado para bien. No solo se han normalizado los factores climáticos; sino que las autoridades actuales del sector están tomando decisiones oportunas en beneficio de los 33 millones de peruanos. Todo parece indicar que la próxima temporada de pesca de anchoveta en la zona centro norte del país será una buena temporada y así continuar avanzando en el proceso de recuperación del sector que fue duramente golpeado el 2023. Esperemos que así sea.