Para los “inocentes” que no creen que el Ministerio Público está totalmente politizado y que anda metido en cualquier cosa antes de ponerse a trabajar para mandar a la cárcel a asesinos, rateros, extorsionadores y secuestradores, ahí tienen a la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, abriendo investigación contra los partidos Fuerza Popular, que encabeza Keiko Fujimori; y País para todos, que podría lanzar la candidatura del cómico Carlos Álvarez, esto a dos días de la convocatoria a elecciones generales del 2026.

Se acusa a ambas agrupaciones de tener “conductas antidemocráticas”, para que sean declaradas “ilegales”. En el caso de los “naranjas”, la carpeta se basa en la denuncia de una ciudadana que acusa a Fuerza Popular de estar implicado en el “caso Cócteles” que aún no está resuelto y por el escándalo de los “mamanivideos”, que incluyó a Kenji Fujimori. Sobre País para todos, un antaurista los señala de promover la pena de muerte, algo que, hasta la propia jefa de Estado, Dina Boluarte, ha planteado públicamente. ¿También la van a investigar?

Si ya teníamos bastante con la politización agobiante del Ministerio Público personificada en fiscales como Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos, Rafael Vela, Domingo Pérez y Marita Barreto, lo cual no ha hecho más que perjudicar o al menos retrasar la lucha contra la corrupción, ahora vemos a la mismísima fiscal de la Nación detrás de agrupaciones debidamente inscritas, en medio de un proceso electoral que ya empezó. En política no hay coincidencias, dicen los conocedores.

Los afectados con el inicio de estas insólitas investigaciones tienen todos los argumentos para afirmar que son víctimas de “persecución política”, especialmente los de Fuerza Popular, que están en medio del llamado “caso Cócteles”, que ha quedado en suspenso por graves equivocaciones en la formulación de la denuncia a cargo del fiscal Pérez, la cual antes tuvo que ser devuelta casi 20 veces por el Poder Judicial para correcciones previas al inicio del juicio oral.

El proceso electoral del 2026 ha comenzado enturbiado por la mano del Ministerio Público, que se ha metido en la campaña en lugar de ponerse a trabajar en lo suyo, que es perseguir el delito, y no a partidos políticos en carrera, en base a denuncias tomadas del aire. Quizá por esa desviación de funciones es que estamos perdiendo la guerra contra la criminalidad. La gente exige mano dura contra asesinos y extorsionadores, pero acá la fiscal de la Nación está más preocupada en Keiko Fujimori y Carlos Álvarez. Para llorar.

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