1) Pedro Castillo asegura en un evento en Cancillería que el Perú es un país seguro para las inversiones. Lo dice un día después de que el propio Gobierno presentase un proyecto, sin pies ni cabeza, para una Asamblea Constituyente, que disparó el dólar por encima de los 3.80 soles.

2) El vocero de Perú Libre, Waldemar Cerrón, suelto de huesos, señala a los medios de comunicación que la propuesta de una Asamblea Constituyente busca tirarse abajo los contratos-ley que son el pilar la seguridad jurídica en el país y permitir que el Estado pueda controlar los precios. Sí, igualito que en Cuba y Venezuela.

3). Un desquiciado joven sale a reconocer que él y sus amigos violaron a dos mujeres. Luego se sabe que se trata, nada menos, que de Sebastián Palacín Newell, hijo del presidente de Indecopi, Julián Palacín Gutiérrez. El impresentable y confeso violador sale a decir después que se trata de un “experimento social” y que todo es mentira.

4. Guido Bellido, que fue premier de este Gobierno, es señalado por Jackeline Zúñiga, exregidora de la Municipalidad del Cusco, como el receptor de una fotografía íntima suya, enviada por su expareja Daniel Abarca, al actual legislador. Abarca fue asesor del Mincetur.

5. El Ministerio de Salud inocula con el doble de la dosis que corresponde a varios centenares de médicos con la vacuna contra el COVID-19 del laboratorio Moderna, en un error garrafal que ocasiona malestares excesivos como náuseas, cefaleas y malestar general de los afectados.

Todos estos hechos son solo acontecimientos recientes, que no incluyen el arsenal de barbaridades cometidas por este régimen de alcantarilla, infesto de lacras y gusanos. Un Gobierno que, literalmente, se pudre, que asquea y avergüenza por su nivel de inmoralidad, por la ineptitud que desborda y la inmundicia que lo integra. Entre la esquizofrenia y la descomposición, con la decadencia como estandarte, entre Sarrateas y Dinámicos del Centro, un grupo de congresistas se han unido a esta banda de saqueadores a cambio de su propio botín y sabotean una vacancia más que justificada. Paciencia. Hay un Dios que todo lo ve y que hará que paguen por cada pan mal ganado. No lo olviden, langostas del apocalipsis, a todos, les llegará la hora de rendir cuentas.  Por ahora, pero solo por ahora, habrá que esperar.