Ayer la presidenta Dina Boluarte ha reconocido a los agentes policiales que hicieron el excelente trabajo de rescatar con vida a la empresaria Jackeline Salazar, quien estuvo raptada por 11 días. La mandataria ha señalado que no cederá ni un milímetro frente a la extorsión, la trata y el secuestro, algo a lo que nadie podría oponerse. Sin embargo, el trabajo del Poder Ejecutivo no es suficiente.

Por eso, si la mandataria realmente quiere mostrar resultados ante la ciudadanía, tiene que trabajar de la mano con el Poder Judicial y el Ministerio Público, para que sin afectar su autonomía, se pongan del lado de la ciudadanía y no de los criminales a los que les encanta abrir las rejas al amparo de leguleyadas con olor a corrupción y complicidad. La jefa de Estado tiene que ponerse al frente de la lucha contra la criminalidad.

Existen los ámbitos para la coordinación entre los poderes públicos donde este asunto puede ser tratado a conciencia. Es vital que se haga y se vean resultados. No podemos seguir a merced de malos jueces y fiscales que malogran el esforzado trabajo de la Policía Nacional. Urgen acciones concretas desde un mismo Estado contra estas lacras que matan, roban, extorsionan, secuestran y torturan.

Leyes tenemos, el problema es que no se aplican con el rigor que amerita una situación como la actual en que la delincuencia está desbordada. El país espera mucho de sus autoridades que tienen que pasar del palabreo y el diagnóstico, a la acción.