El reciente anuncio del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) sobre la posibilidad de iniciar las operaciones del nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez “por fases” levanta más de una ceja. La pregunta es obvia: ¿cómo se podría lograr ello si el contrato de concesión establece claramente que el inicio de operaciones es integral y al 29 de enero de este año? ¿Qué es lo que el MTC estaría sugiriendo?

En la práctica, cualquier acuerdo que modifique las condiciones de un contrato de concesión implica la celebración de una adenda. Lo que llama la atención es que, sin haber comunicado aún el incumplimiento del plazo contractual para el inicio del nuevo terminal, el MTC ya sugiera otros escenarios que no se ciñen al estricto cumplimiento del contrato. ¿Acaso esta propuesta implica que se renunciaría a penalidades por incumplimiento del cronograma original?

Identificados los aspectos que están pendientes de implementar en el aeropuerto por el supervisor del proyecto (OSITRAN), lo que correspondería es el sinceramiento y publicación del cronograma de implementación de las mismas, la identificación de los procesos, equipos y/o tecnologías que necesitan implementarse para ello y la ruta a seguirse para llegar a un buen inicio de operaciones. En paralelo, el Estado debe avocarse a mejorar los acceso al aeropuerto pues será la ciudadanía la que sufrirá los estragos. Creo en las Asociaciones Público Privadas, creo en las ganancias que aporta el privado a la gestión de proyectos de infraestructura y en la sostenibilidad que dicho modelo otorga a los servicios públicos que presta. Al mismo tiempo, creo en los buenos contratos y en el fin público de los mismos. Exigiendo transparencia defendemos la inversión privada.