El ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, ha presentado una serie de medidas con la finalidad de reactivar nuestra economía e impulsar la inversión tanto pública como privada. El referido plan, que contiene 36 medidas, contempla varios aspectos positivos que, por su carácter transversal, favorecen inversiones en infraestructura y en los sectores productivos. Así, por ejemplo, saludamos aquellas medidas tendientes a destrabar proyectos de infraestructura y recuperar el impulso que una vez tuvieron las Asociaciones Público Privadas y las Obras por Impuestos.
Asimismo, saludamos que en esta oportunidad encontremos, a diferencia de otros planes, iniciativas específicas para el desarrollo del sector pesquero y acuícola; donde se establece la necesidad de desarrollar y simplificar la normativa ambiental; mejorar la regulación sanitaria pesquera y acuícola; incrementar los mercados de exportación de nuestros productos hidrobiológicos; y formalizar a la pesca artesanal.
Sin embargo, para impulsar la acuicultura y así aprovechar el gran potencial que tiene para garantizar la seguridad alimentaria, es necesario que el Congreso apruebe por insistencia el proyecto de ley que le restituye los incentivos derogados sin previo análisis en el año 2020. Asimismo, si bien la formalización resulta necesaria para asegurar mejores condiciones a nuestros pescadores artesanales, también lo son contar con una infraestructura adecuada con embarcaderos con plantas de hielo.
Impulso Perú es la iniciativa de un sector que quiere inspirar confianza en los agentes económicos, y es de hidalgos reconocerlo. Lamentablemente, existen otras medidas como las recientes modificaciones a las leyes laborales, que van en sentido contrario y que en vez de impulsarnos al desarrollo nos condenan a la precarización, en un país donde más del 80% permanece en la informalidad.
