Los acólitos del presidente dicen a los cuatro vientos que la prensa tiene una “agenda golpista” cuando solo se dedica a dar cuenta de los hechos irregulares que ocurren en torno a Pedro Castillo y las personas de su entera confianza.
Por ejemplo, los medios de comunicación no hicieron que el presidente Castillo nombre a Bruno Pacheco como secretario general del Despacho Presidencial ni nombró a alguien con un rosario de cuestionamientos como el ahora prófugo Juan Silva en el puesto de ministro de Transportes y Telecomunicaciones, pero sí dimos cuenta de los antecedentes de estas personas y las irregularidades que ocurrían durante sus gestiones.
La prensa tampoco hizo que Castillo cambiara de la cartera de Vivienda a Transportes al ahora censurado Geiner Alvarado, ni le abrió una investigación fiscal como parte de una presunta organización criminal, pero sí alertó que solicitó el retiro de la escolta policial que se le otorga, un calco de lo hecho por Silva antes de pasar a la clandestinidad aunque, tras conocerse esto, retrucó.
Esa es una muestra de la labor de la prensa. Así que ya sabe, presidente, si no quiere que demos cuenta de los descalabros de su gestión, no los cometa. Elija bien y cumpla las leyes porque sobre usted, dado el cargo que ostenta, el escrutinio siempre es mayor.