Una arremetida intervencionista contra el Perú emprendieron los presidentes de tendencia comunista en la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) que se realizó en Buenos Aires. Tienen la misma ideología del reo Pedro Castillo y responden a los foros de San Pablo y Puebla, expresándole su defensa, desconociendo la verdad y deformándola.

Gabriel Boric de Chile, Luis Arce de Bolivia, Gustavo Petro de Colombia y López Obrador de México a su turno se mandaron con todo. El chileno tuvo el atrevimiento en una inaceptable intromisión en nuestros asuntos internos pidiendo al gobierno de Perú “cambio de rumbo” por la violencia y los fallecidos a causa de la “represión” que sufre el pueblo peruano. Usted no es nadie para decirnos que hacer. Ubíquese joven Boric.

Gustavo Petro, hoy presidente de Colombia, también mete su cuchara para blanquear a Castillo. Recordemos quién es Petro. Fue cabecilla del M19, un grupo guerrillero que buscaba hacerse del poder en nombre de la “justicia social”. Su pasado es una preocupación para los colombianos luego de décadas de conflicto armado en las que participó.

Arce Catacora de Bolivia, hijo putativo del impresentable y no grato Evo Morales, está muy implicado en el desorden que vemos en Puno y así se atreve a criticarnos por “violación” a los derechos humanos. La coca y el narcotráfico son los aliados de este dúo mafioso.

Y para cerrar el círculo vicioso rojo, el cuate López Obrador, se permitió decir “no debemos dejar solo al pueblo hermano del Perú, que fue una infamia lo que hicieron con Pedro Castillo y la forma en que están reprimiendo al pueblo”, tremenda falsedad. Dios los cría y el diablo los junta.