Si alguien quiere ver un claro ejemplo de una “transformación política” oportunista llevada a cabo solo para engañar a la gente y atraer votos ante la llegada de elecciones, allí está José Luna Gálvez, el dueño de Podemos, quien de millonario propietario de universidades truchas que fueron cerradas por la bajada calidad de la educación que impartían a miles de jóvenes que soñaban con un título profesional, ahora la quiere pegar de izquierdista radical y hasta de “revolucionario”.

Luna Gálvez ha sido aprista y luego miembro de Solidaridad Nacional, el partido que fundó el fallecido exalcalde de Lima Luis Castañeda Lossio. Al mismo tiempo, se dedicó a hacer una gran fortuna con sus dudosos negocios universitarios. Recordemos la “célebre” fachada de uno de los locales de la desaparecida Telesup, que simulaba ser un edificio, cuando en realidad era puro cascarón para engañar a los incautos. Finalmente la Sunedu metió candado definitivo a sus casas de estudios.

Jamás ha sido “hombre de izquierda” ni por asomo. Ha promovido las candidaturas de gente como Daniel Urresti y Carlos Anderson, sin pasado “rojo”. Sin embargo, ahora Luna Gálvez se ha convertido en “revolucionario” para traer de atraer los votos que solían ir a los partidos de los camaradas, pero que ahora están venidos a menos tras el desastre de los gobiernos de Pedro Castillo y Dina Boluarte, y de los congresistas de terror que llevó Vladimir Cerrón, el dueño de Perú Libre. Quiere ser la “nueva cara” del comunismo. Pura pose electorera.

Es por eso que el flamante camarada Luna Gálvez ha acogido en su partido y en su bancada a gente como los escandalosos Raúl Noblecilla –escudero de los golpistas Castillo y Betssy Chávez– y Cecilia García, y a elementos como Guido Bellido, Isabel Cortez, Alex Paredes y Edgar Tello, que en 2021 fueron elegidos por el partido del prófugo Cerrón, que traía un plan de gobierno que era una amenaza para la democracia, los derechos humanos, el sistema económico y las libertades.

Hace poco Luna Gálvez, también famoso por hacer populismo con los aportes a las AFP, se negó a responder si en el supuesto negado de ganar las elecciones, indultaría a Castillo. Pudo decir que no por tratarse de un golpista con condena vigente, pero dejó la respuesta en el aire porque sabe que dicho recluso tiene una masa importante de gente que quisiera verlo en libertad, aunque suene a disparate. A eso juega este caballero para quien el Ministerio Público está pidiendo 22 años de prisión por irregularidades en la inscripción de su partido. No lo pierdan de vista.

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