De un tiempo a esta parte, cada vez que existe un problema aparece la solución mágica: aprobemos la creación de un ministerio o conformemos una comisión, como si la creación de una entidad pública o de un colectivo pudieran resolver los problemas por arte de magia. Y es que como dijo el expresidente Sagasti, tras la propuesta de creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología hace unos meses, “sin un compromiso auténtico del presidente y del primer ministro, ningún ministerio va a resolver nada”.
En efecto, la reciente propuesta del presidente Castillo, sobre la creación del Ministerio de Pesquería -que también encontramos en el plan de gobierno de Fuerza Popular- en respuesta al supuesto clamor popular de los pescadores artesanales es insuficiente, pues lo que en realidad se requiere son instituciones sólidas; políticas públicas claras y transparentes; autoridades eficientes y comprometidas con resolver la problemática del sector pesquero y acuícola.
Así, como lo venimos sosteniendo, lo que se necesita para fortalecer a la pesca artesanal es un mayor conocimiento científico de los recursos pesqueros distintos a la anchoveta para su adecuado ordenamiento y aprovechamiento; promover la formalización de miles de pescadores artesanales para que puedan acceder al crédito; invertir en infraestructura y cadena de frío para que sean más competitivos; y, finalmente, diseñar e implementar programas de reinserción laboral donde la acuicultura se puede convertir en una aliada estratégica en este camino.
Por ello, si bien contar con un Ministerio de Pesquería puede parecer una buena idea, ya sabemos que la creación de más instituciones no es la solución a los problemas de fondo. Si queremos avanzar, no sigamos cometiendo el error de poner a la carreta delante de los caballos.
