El jueves último el gobernador de La Libertad y dueño de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, ha demostrado que tiene la cara bien dura y digna de un político en el mal sentido del término, pues mientras por un lado exigía que se investiguen todas las irregularidades y escándalos que sacuden al Congreso, por otro lado se iba sabiendo que su hijo Richard sería quien maneja los nombramientos del personal administrativo, al extremo que los “elegidos” eran convocados a su casa a una especie de bienvenida y “besamanos”.
Esto lo ha dicho el propio secretario técnico de la Oficialía Mayor, Hugo Neciosup, por lo que sería bueno que desde el Congreso se aclare a los peruanos qué tiene que hace el señor Acuña Jr., un excongresista, fracasado dirigente deportivo y actual personaje de la farándula, metiendo la mano en los nombramientos del personal administrativo de un poder del Estado. ¿Acaso el Congreso es la chacra de su familia y de su agrupación política famosa por reclutar a prontuariados e impresentables?
No olvidemos que Jorge Luis Torres Saravia, el principal investigado por la red de prostitución que habría estado operando en el Congreso, es muy cercano a la cúpula de APP, especialmente del secretario general del partido, Luis Valdez, hombre de máxima confianza de los Acuña. Queda claro que esta gente es la que coloca a sus partidarios y amigos en los puestos claves. Quizá allí esté la explicación a por qué este Congreso es, de lejos, uno de los peores de nuestra historia.
Pero el patriarca de APP fue más allá en su discurso del jueves último desde Trujillo. Desde allí no solo exigió que se investigue lo que pasa en el Congreso que irónicamente manejan su hijo y su partido, sino que también criticó al titular del Poder Legislativo, Eduardo Salhuana, por irse de viaje a China en momentos de crisis. Sí, lo dijo el gobernador de La Libertad, el mismo que suele irse vacaciones a Madrid y Dubai mientras su región se ahoga en un mar de extorsiones, sicariato y minería ilegal.
Mientras el legislador Salhuana se mantenga en la Presidencia del Congreso y los principales cargos administrativos estén en manos de quienes deben ir a la casa de Richard Acuña a agradecerle sus nombramientos, nada se podrá aclarar. Las otras bancadas no pueden ser cómplices de quienes han convertido al Poder Legislativo en su chacra. Deben sumar votos para echarlos de la Mesa Directiva, al menos mientras todos estos escándalos son materia de investigación.
