“Si yo veo que el país veo no tiene una unidad, no tiene una ruta clara, sí voy a considerar ser candidato”, dijo Rafael López Aliaga (RLA) el pasado viernes pese a que hace poco menos de un año, en julio del 2023, afirmó que sería “poco serio” dejar su cargo de alcalde de Lima para volver a postular a la presidencia de la República.

¿Será una coincidencia que al anuncio de una eventual postulación de RLA le siga la implosión de la bancada de Renovación Popular (RP) en el Congreso?

Pese a que dijeron que presentaron su carta de renuncia antes de los dichos de RLA, también el pasado viernes, Jorge Montoya, José Cueto y Javier Padilla dimitieron al partido acusando “múltiples intentos de la dirigencia de fragmentar y manipular la bancada”.

Como respuesta, ayer los congresistas Miguel Ciccia, Milagros Jáuregui, Noelia Herrera, Alejandro Muñante y Jorge Zeballos dimitieron a la bancada “por motivos de conciencia” y, al quedar solo Montoya, Cueto y Padilla en el grupo parlamentario, forzaron la desaparición de este.

Luego, los cinco renunciantes conformaron una nueva bancada y la llamaron Renovación Popular.

López Aliaga tiene mucha tareas pendientes con su partido y su bancada, pero especialmente con Lima, la ciudad que lo eligió como su alcalde y a la que él le dio su palabra.