En las actividades de tutoría y en la programación curricular de las áreas de aprendizaje es importante considerar viajes de estudios y/o excursiones a museos, establecimientos de producción de bienes y servicios, reservas naturales, lugares turísticos, etc. con la finalidad de ampliar, explorar, investigar, reforzar y aplicar saberes con criterio formativo.

Deben durar uno o más días y deben hacerse con todas las medidas de seguridad. Deben programarse por los tutores en coordinación con los docentes que enseñan en el aula. No solo se trata de lograr aprendizajes conceptuales, sino de desarrollar el trabajo en equipo, la observación, la exploración, el pensamiento comprensivo, el análisis, la síntesis, la creatividad y la criticidad. Pero sobre todo de fomentar la escucha, el dialogo, la observación, así como la motivación, las relaciones sociales, los limites disciplinarios, entre otros.

En las excursiones y en los viajes promocionales de primaria y secundaria, así como en las visitas de estudios, “no veo pertinente que participen los padres de familia, pues distorsionan y modifican el espacio estrictamente escolar”, pues  son ámbitos y tiempos estrictamente pedagógicos donde los tutores,  docentes, auxiliares, además de lograr aprendizajes, deben promover la dinámica propia del colegio en un espacio abierto y diferente al aula.

Es más, “se deben aprovechar sucesos de convivencia estudiantil previstos, pero sobre todo los  imprevistos, individuales y/o grupales, para potenciar la formación integral del grupo”. Es bueno que a partir de la verbalización de lo tratado en cada momento se asuma-de parte de los alumnos- críticas, aciertos y compromisos. No se deben obviar los temas de actualidad y los lugares significativos.