La izquierda es la más interesada en la instalación de una asamblea constituyente, incluso cuando sería imposible que en el actual Congreso tengan votos necesarios para tal despropósito. Por eso insisten en azuzar y fomentar la violencia. Su idea es que aquello que no logran democráticamente, lo consigan quemando llantas, tomando aeropuertos y masacrando policías como sucedió en Ica o en el mismo Centro de Lima en la noche del sábado último.

Sin embargo, si nos ponemos a pensar en la clase de elementos que podría “aportar” la izquierda a la asamblea constituyente que tanto promueven, nos damos cuenta que la cosa está para llorar, si tenemos en cuenta que la elaboración de una Carta Magna que se respete, es algo serio que no se puede poner en manos de personajes y personajillos como los que vemos, por ejemplo, en el actual Poder Legislativo.

Imaginemos a unos constituyentes como esos profesores castillistas que han salido jalados y rejalados en las evaluaciones a las que son sometidos los docentes; a sujetos como esos que votaron por la vacancia de Pedro Castillo pero que ahora dicen que su líder fue víctima de un “golpe de Estado”; a gente como ese impresentable que se cortó el brazo hasta sacarse sangre en el hemiciclo o como Pasión Dávila, que dio un puñete por la espalda a un colega. De terror.

Qué le puede esperar al Perú con una Constitución con gente que se queja de una supuesta dictadura en nuestro país, pero al mismo tiempo alaba tiranías como las de Cuba o Venezuela e incluso van a Nicaragua a tomarse fotos con el impresentable de Daniel Ortega. O viven en una realidad paralela, o son unos tremendos cínicos. En cualquiera de los casos, no sirven para asumir una responsabilidad tan seria como la de hacer una Carta Magna.

Si tanto quieren hacer una Constitución nueva con la que supuestamente van a salvar al país “luego de 200 años de opresión y desigualdad”, según las mentiras que dicen a los incautos, al menos deberían ofrecer gente valiosa, no lo que vemos por estos días por lo menos en las bancadas elegidas por Perú Libre y sus aliados. Con esos perfiles, no vamos a ninguna parte. Lo único que estarían asegurados serían los memes, las bromas y tomaduras de pelo en redes sociales.