Al analizar el rechazo de la confianza al gabinete de Pedro Cateriano, mucho se ha hablado de los votos provenientes de las bancadas vinculadas a las universidades chatarra, pero apenas se ha echado un ojo a los del Frente Amplio, que sigue pidiendo que el Estado regale plata, pero rechaza la inversión que genera los recursos; de los antauristas que giran alrededor de un secuestrador y asesino de policías; y de ese enigma que es el Frepap.

En el primer caso, los de izquierda siempre han votado en contra de la confianza a sucesivos gabinetes. Se esperaba que lo hagan esta vez a favor en medio de la pandemia. Sin embargo, escucharon que se daría impulso a ciertos proyectos mineros y vieron al diablo. Creen que todo se soluciona con el “bono universal”. No son capaces de ver más allá. En fin, qué se puede esperar de quienes siguen viendo a Venezuela, Cuba y Nicaragua como paraísos de la igualdad, democracia y bienestar de la gente.

De los alfiles de Antauro Humala nada bueno se podía esperar. Son los que quisieran fusilar a algunos y hacer estallar al país en medio de una lucha con componentes raciales. Lamentablemente es lo que eligieron los ciudadanos. Para bien del Perú, su cabecilla estará preso hasta 2024 por matar policías, por lo que no lo veremos en las próximas elecciones. Pese a ello, no hay que perderle de vista, pues otra vez podría contar con una bancada para torpedear lo que se le venga en gana.

Otros que votaron en contra del gabinete en medio de miles de muertos y de un país quebrado, son los del Frepap, el brazo político del grupo religioso creado por Ezequiel Ataucusi. Sus seguidores fueron elegidos para tomar, desde el Congreso, decisiones en economía, salud, defensa, transportes, educación y demás, pero hasta ahora no se les ha visto ningún aporte significativo. Cateriano ha dicho que fueron muy agresivos durante la reunión que tuvieron antes del voto de confianza.En medio de la crisis política, denunciemos a los que defienden a las universidades de medio pelo, pero al mismo tiempo no perdamos de vista a los otros. Que no se hagan los disimulados los de la izquierda, los antauros y los ataucusis, que tienen mucho que ver en la irresponsabilidad cometida por el Congreso en la mañana del martes, en momentos en que el Poder Ejecutivo, con sus errores y falencias, necesitaba ponerse a trabajar para paliar el desastre en que nos encontramos.