Existe una frase que dice “cañones o mantequilla” atribuida a Jennings Bryan, secretario de Estado durante el gobierno del presidente Woodrow Wilson. Se refería al dilema entre gastar en defensa (armamento) o en bienes de consumo civil (mantequilla).

Esta frase se utiliza para analizar las decisiones que un gobierno debe tomar al asignar los recursos limitados, en especial si se viven tiempos de conflicto o crisis económica, para gastos de defensa bajo acusaciones de reducir el gasto en bienestar y desarrollo económico.

Renovar equipos de combate antiguos puede ser crucial para la seguridad y estabilidad del país, especialmente si cuenta con recursos que otros vecinos no lo tienen y estos pueden ambicionar. Para eso es vital analizar estos puntos.

• Capacidad de Defensa: Equipos modernos mejoran significativamente la capacidad defensiva del país.

• Disuasión: La renovación sirve como un elemento disuasorio, mostrando a los agresores que se está preparado y equipado para defenderse.

• Tecnología: La tecnología ha evolucionado, equipos antiguos pueden ser ineficaces frente a las tácticas y armas modernas.

• Relaciones Internacionales: Modernizar el equipo mejora las relaciones con aliados y socios internacionales.

Si bien renovar requiere inversión, los beneficios de una defensa y una sólida disuasión pueden superar los costos a largo plazo.

Perú está dando un paso inteligente al modernizar su flota con aviones de última generación. Esto no solo mejora su capacidad disuasiva, sino que fortalece su defensa en una región con múltiples desafíos geopolíticos.

Modernizar a la Fuerza Aérea del Perú (FAP) es enviar un mensaje claro de preparación y avanzada tecnológica, lo que puede ayudar a mantener la estabilidad y la paz.

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