Este domingo 2 son las elecciones presidenciales en México. Sus 99 millones de electores podrían elegir a su primera mujer presidenta entre Claudia Sheinbaum del Partido Morena, claramente izquierdista al que pertenece Andrés Manuel López Obrador; o a Xóchitl Gálvez de la Coalición conservadora de derecha Fuerza y Corazón por México, además de Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano autocalificado como centroizquierda. Las encuestas electorales las encabeza Sheinbaum con el 53% de intención de voto, en segundo lugar Gálvez con 31% y Álvarez con 14% de preferencia.
Una mujer presidenta de Estado no garantiza capacidad de gobierno pero sí expresa avances significativos en el proceso de superar mecanismos discriminatorios. La experiencia peruana con Dina Boluarte grafica lo señalado.
México enfrenta grandes problemas políticos sociales, la penetración del narcotráfico en la política, el problema migratorio por ser frontera con Estados Unidos, la corrupción, lavado de activos, sicariato y otras formas delictivas extendidas.
México, como otros países de América Latina, mantiene serios problemas de inseguridad, delincuencia, pobreza, desigualdad, corrupción, desempleo, cambio climático, escasez de agua los que ha venido combatiendo desde la asunción de López Obrador y esperan continuar con Sheinbaum.
En un mundo convulsionado por el gran cambio estratégico en las correlaciones políticas, económicas y militares, las guerras de Ucrania con Rusia e Israel con Palestina, México impulsa el reto de sostener su importante papel en las relaciones internacionales trabajando por la paz.