Una práctica habitual de algunas personas y ONG en cada temporada de pesca de anchoveta, es distorsionar la información sobre la situación del recurso para confundir a la opinión pública y alarmar a las autoridades.

Recordemos que, de acuerdo a la regulación vigente, las únicas tres situaciones que existen para el cierre de una temporada de pesca de anchoveta son: alcanzar el 100% de la cuota asignada por PRODUCE; alcanzar la tolerancia máxima de tallas menores a la mínima legal recomendada y el inicio del pico del proceso reproductivo del recurso. Sin embargo, al parecer, hay quienes todavía no quieren entenderlo.

La biomasa de anchoveta estimada por IMARPE en esta temporada fue de 7.18 millones (TM), 7.8% más que el promedio de las observaciones de invierno-primavera de los últimos 25 años. Con ello se demuestra que el buen manejo de la anchoveta, permite mantener un stock saludable de este recurso.

Por otro lado, la cuota asignada por PRODUCE para la segunda temporada de pesca de anchoveta fue de 1.68 millones de toneladas, que representa el 23% de la biomasa, cifra con la que no estuvimos de acuerdo al ser la cuota más baja posible de un escenario desfavorable y por no considerar el factor de la no apertura de la primera temporada, que dejó al sector al borde de la quiebra.

Entendemos que hay motivaciones ocultas y oscuras para atacar la continuidad de esta industria, pero estamos seguros que manteniendo nuestra operación sostenible, como lo venimos haciendo; y hablando con la verdad objetivamente, estamos trabajando para el bien de todos los peruanos. La pesca industrial es el principal perjudicado si desaparece el recurso, por eso lo cuidamos, aunque algunos se esmeren en decir lo contrario.

TAGS RELACIONADOS