De un análisis técnico de la propuesta de creación del nuevo ministerio, encontramos algunas alertas. Solo en lo que respecta a la infraestructura de transportes tenemos:
1. Triplicidad de funciones. Los lineamientos para la formulación de proyectos e inversiones de infraestructura los dicta el MEF. A su vez, el MTC seguirá siendo el regulador en materia de caminos, transporte multimodal y seguridad vial que sirven de insumos para la formulación de expedientes y contratos. Con el nuevo ministerio ya no tendremos 2, sino 3 entidades haciendo lo mismo. La racionalización de la gestión pública no parece ser el resultado.
2. Los criterios de selección de modalidades o tipos de infraestructura distan de ser transparentes. Provias Descentralizado se encarga básicamente del fortalecimiento de capacidades locales y transferencias de presupuesto a gobiernos subnacionales a través de un proceso regulado para evitar clientelismo. ¿Se seguirá respetando esta regulación o se transferirá el prepuesto con criterios políticos? Por otro lado, Provias Nacional ejecuta anualmente 4 mil millones al año solo en inversión pública. Sin embargo, el sector aeroportuario muestra rezagos más preocupantes ya que solo la formulación de perfiles de pre-inversión puede demorar de 3 a 5 años.
3. No recoge la problemática regional. No se ve ninguna innovación o mejora para que los gobiernos regionales y locales mejoren su calidad de gasto en infraestructura.
4. No se tiene una estrategia sobre la mejor forma de operar la infraestructura, es decir, los servicios. El nuevo ministerio sería mucho más pequeño si es que se mantenía la decisión que tomamos de concesionar el 100% de la red vial nacional.
Empezaron al revés: confeccionaron el vestido sin conocer las medidas del modelo.