El hecho que el presidente Pedro Castillo y su premier Aníbal Torres mantengan a Geiner Alvarado como ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC) a pesar de las investigaciones en su contra y los cuestionamientos a su gestión como titular de Vivienda, Construcción y Saneamiento, es una ofensa a todos los peruanos.

Muestra que a las cabezas del Poder Ejecutivo le interesa muy poco la idoneidad de sus funcionarios. Hace dos semanas hubo un nuevo cambio de gabinete y esa pudo ser una buena oportunidad para relevar a Alvarado, pero este personaje siguió allí. Es verdad que no tiene sentencia en su contra, pero a nivel político está quemado.

De por sí es una falta de respeto mantener como ministro a quien se perfila como el nuevo Juan Silva, titular del MTC hasta hace unos meses. También fue inamovible hasta que su censura se hizo inminente. Hoy está prófugo de la justicia y hay versiones que indican que habría fugado del país. Sabe mucho sobre el presidente Castillo.

Ahora el Congreso tiene que juntar firmar para iniciar un proceso de interpelación que podría llevar a Alvarado a la necesaria censura. Sin embargo, si el jefe de Estado lo saca, todo esto podría evitarse.